Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

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martes, 2 de noviembre de 2010

lagrimas del corazon

El Sagrado Coran
del Amor es el Vino
Sheikh Muzzafer ozak (ra)

El Sagrado Corán está escrito en árabe, pero en esencia y en realidad su idioma es el lenguaje de Dios. Solamente aquellos que aman y temen a Dios pueden entender el verdadero significado del Sagrado Corán, sólo aquellos que están cerca de El, que entienden Su lenguaje.
Pensar que un libro que podemos sostener en las manos es el Sagrado Corán es pensar que el sol es un espejito redondo. El lenguaje humano no es suficiente para traducir a la comprensión humana el lenguaje del Corán. Nosotros somos temporales, pero Dios es eterno.

El Corán es inagotable. Si los marees fueran tinta, si los bosques fueran plumas, el cielo y la tierra fueran papel y hasta el final de los tiempos toda la creación estuviera escribiendo este libro, la tinta se acabaría, las plumas se terminarían, se agotaría el papel, y los ángeles y todas las criaturas vivientes quedarían exhaustos. Aún entonces el significado del Corán no estaría explicado del todo.

Todo está incluido en el Corán: lo que viene antes del tiempo y lo que viene después del tiempo, lo oculto y lo manifiesto. Todo lo que existe se halla en el Corán. Pero para percibirlo tienes que tener ojos para ver, oídos para oír, una mente para entender y un corazón para sentir.

El grado de comprensión del Corán depende del grado de tu cercanía a Dios. Una vez, el filósofo y santo sufí Ibn Arabi (que su alma sea santificada) se cayó de su caballo. Cuando sus discípulos, preocupados, lo alcanzaron, lo encontraron sentado en el suelo, inmóvil, perdido en la contemplación. Ibn Arabi levantó la vista y les dijo: "Estaba meditando en dónde estaba escrito en el Corán que yo me caería del caballo. Lo encontré en el capítulo primero".

El Sagrado Corán es un documento. Confirma todas las otras escrituras y a los Mensajeros que las trajeron. En un nivel, muestra la historia de la humanidad, la historia de los creyentes y de los no creyentes. Muestra las recompensas de los creyentes, y el castigo de los no creyentes. Nos invita al amor y a la sumisión a Dios.

El Sagrado Corán nos invita a ser seres humanos. Enseña lo que es lícito e ilícito, y o que es el amor. Es un ojo que Dios nos da. Quien posee este ojo ve lo que está bien y lo que está mal, o visible y lo invisible.

El Corán fue revelado al Profeta (que la paz y bendiciones de Dios sean con él) paso a paso durante un período de veintitrés años. Cada vez que le era revelada una parte, el Profeta quedaba abrumado.

Dios le reveló que si el Mensaje hubiera descendido sobre una montaña la montaña habría sido aplastada. Pero los seres humanos son más fuertes que las montañas. Sus compañeros testificaron que cuando una revelación del Sagrado Corán le venía a Profeta mientras montaba su camello, el animal caía de rodillas bajo el peso del mensaje.

La purificación de la suciedad del mundo se menciona en la descripción coránica del nacimiento del Profeta Jesús (que la paz de Dios sea con él). Su inmaculada concepción fue un regalo celestial. El Corán nos dice que Jesús era el Mesías y nos cuenta como resucitaba a los muertos, curaba a los leprosos y sanaba a los ciegos.

El Sagrado Corán es un libro de lecciones, un libro de verdad, un libro de amor. Nos enseña las cualidades de los Profetas. Nos muestra que nosotros somos los representantes de Dios en la tierra. No puedes dejar que se te vaya de la mano, o de la mente, o del corazón.

Leer cualquier otro libro constantemente resultaría aburrido, pero no este libro. Cuánto más lees, más quieres leer.

Uno de los milagros del Sagrado Corán es que un niño d e5 años puede memorizarlo. Consta de 114 suras (capítulos) y 6.666 ayats (versículos): Ninguna otra escritura se puede aprender tan fácilmente. En cada siglo ha habido miles, cientos de miles de personas que han memorizado el Sagrado Corán.

Los seres humanos son temporales, pero el Libro es eterno. ¿Cómo, entonces, puede nadie memorizar el Corán? ¿Cómo puede el hombre – que es transitorio – ni tan siquiera atreverse a leer el eterno Sagrado Corán? Es Dios el que protege y guarda el verdadero Corán, palabra por palabra, punto por punto. El corazón humano lo memoriza, pero es realmente Dios quien mantiene el Libro Sagrado en los corazones. Es Dios el que recita el Sagrado Corán por medio de los labios humanos.

El Sagrado Corán no es un libro escrito en árabe. El Universo eterno es el Corán. Comprende desde el antes del antes hasta después del después. Es la explicación que lo incluye todo.

Los amantes de Dios recitan el Corán. Aquellos que son sinceros y cuyas manos se aferran a su Creador, entienden su significado. El Corán es como una cuerda. Un extremo está en manos del poder de Dios, el otro desciende a este mundo. Todo el que se agarre a esa cuerda estará a salvo y recibirá el placer de la Verdad y el Paraíso.

Lee el Sagrado Corán para encontrar la cura de todos tus problemas.

Después del fallecimiento del profeta, le pidieron a su mujer Aisha (Dios esté complacido con ella) que lo describiese. La respuesta fue que si alguien quería conocerlo simplemente debía leer el Corán, porque él era el Corán Viviente.

El Profeta Muhammad dijo lo siguiente acerca de las primeras revelaciones del Libro:

"Después de alcanzar la edad de treinta años, comencé a amar la soledad. Amaba el retiro en las montañas de Hira, cerca de la Meca.

Un día el ángel Gabriel vino a mí. Tenía la forma de un hombre y era extremadamente bello. Irradiaba luz. Me levanté y me acerqué. El me dijo: "¡Lee!". Le respondí que no sabía leer. Entonces me tomó y me abrazó con tal fuerza que mis huesos crujieron. De nuevo me ordenó: "¡Lee!" y yo respondí que no sabía. Me abrazó otra vez y me apretó contra sí. Me pidió de nuevo: "¡Lee!" y yo repetí: "No sé leer". Así que me volvió a abrazar y me estrechó tan fuertemente que mis huesos volvieron a crujir.

Entonces me llegó la primera revelación:

"Lee, en el nombre de Dio, que creó a la humanidad de un coágulo de sangre".

"Lee, en el nombre de Dios, que es generoso, que enseñó a la humanidad por medio de la pluma, que enseñó a la humanidad lo que no sabía".

Yo estaba temblando. Empecé a correr montaña abajo. Entonces llegó a mis oídos un sonido del cielo:

"¡Oh Muhammad!".

Cuando levanté la cabeza y miré hacia los cielos, el cuerpo de Gabriel había crecido tanto que cubría el firmamento desde el este al oeste.

Volví corriendo a mi casa, a mi esposa Khadija. Todavía estaba temblando. Le dije: "Cúbreme, Cúbreme. Vi lo que vi, pero ¿qué fue lo que vi? ¿Fue un jinn, una alucinación, o fue una revelación de la Verdad?".

Khadija respondió: "No puede ser un jinn ni una alucinación. Tú eres misericordioso con los demás. Cumples tu palabra. Enjuagas las lágrimas de los que lloran. Cuidas a los huérfanos. ¿Cómo puede aparecerse un jinn a un hombre tan bello y generoso? Eso que tú has visto y oído viene del Cielo, de Dios. Yo he soñado que iba a casarme con un Profeta, que vendría después de Jesús. Ahora se ha hecho realidad".

Más tarde, mientras estaba sentado solo, envuelto en una pesada túnica, el ángel a mi de nuevo y dijo:

"Oh tú, el que te cubres! Levántate y lleva el temor y el amor de Dios a tu gente, con la grandeza y el poder de Dios. Invítales al Señor. Da noticias del Juicio que aguarda a los que niegan al Creador. Recuerda a Dios, invoca a Dios, reza a Dios. Ordena la limpieza y la pureza. Tú eres puro. Enseña la pureza para que toda la humanidad esté limpia, tanto por dentro como por fuera, para que toda la humanidad se adorne con la fe. El corazón humano es el asiento de Dios".

Esa fue la segunda revelación que recibió Muhammad.

El Libro Sagrado que resultó de estas revelaciones trae el temor a los corazones de los que niegan y de los incrédulos. Pero detrás vibra siempre la misericordia y la compasión. Si un padre les dice a sus hijos que hagan algo o de lo contrario les castigará, ¿estaría contento si realmente tuviera que administrar el castigo? Y el amor de un padre es limitado, mientras que el amor y la misericordia de Dios son infinitos.

El temor que Dios inspira en los corazones de los incrédulos es superado por su Compasión. Su Compasión es mucho mayor que Si ira.

A los que son sinceros, a los creyentes leales, se les promete grandes recompensas. Así, tanto las recompensas como las de castigo se hallan contenidas en esa maravillosa fuente de misericordia, compasión y amor que es el Sagrado Corán.

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