Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

  Interesados comunicarse a correo: erubielcamacho43@yahoo.com.mx  si quieren versión impresa o electrónica donativo voluntario .

domingo, 28 de agosto de 2011

Petróleo en lágrimas

Petróleo en lágrimas
El subsuelo era más importante que los ancianos y niños, que la dignidad y que la historia.

El telón cae y termina la representación del teatro de operaciones: Libia ha sido sometida en nombre de la libertad, ¿Cuál Libia? La que burbujea en el fondo de la tierra, la rebosante y prolija Libia petrolera, la que quedo debajo de las ruinas de edificios y mujeres y hombres asesinados por bombas teledirigidas, la que será botín para la Europa y la Norteamérica sedientas de combustible. ¿Cómo pasó todo esto y sin que nadie pudiera detenerlo?

El libreto es el mismo de siempre, los medios, los mercenarios, el armamento de última edición y el poderío imperial que hace lo que quiere en cualquier parte del planeta. El gobierno de transición que ya se babea ante sus amos nuevos y que pide el reparto de las recompensas ofrecidas, el silencio y el dolor de quienes fueron sometidos sin tener como imponerse a un enemigo supremo. La historia se repite y se repetirá hasta tanto no aprendamos a levantarnos a tiempo.

Mañana podrá volver a montarse en otro escenario, una nueva mentira podrá decirnos que Chávez hizo trampa en las elecciones y que asesinó a sus opositores en la frontera con Colombia, se quitará su careta amistosa el señor Santos y dirá que las FARC estaban conjuradas en ésta desesperada intención de Chávez, entonces el mundo entero le volverá a creer a FOX y a CNN, las imágenes prefabricadas estarán dando volteretas por el mundo mientras los paracos asesinarán más personas y se declararán el ejército rebelde de Venezuela, el imperio entrará desde las bases colombianas y comenzará la misma historia que hoy sepulta al pueblo libio. Venezuela caería en las garras imperiales, es decir, su petróleo pasaría a ser arsenal de las futuras guerras, todas y todos escribirán sus palabras de denuncia y de reclamo y a pesar de eso, el imperio habrá logrado seguir dominando.

Hay una cosa que diferencia lo que ha pasado en Libia, su industria petrolera muy pronto fluirá cientos de miles de barriles, el país no ha quedado en guerra, como pasa en otros países árabes invadidos. Es la sutil ganancia del imperio. Esta vez podrán aumentar la producción y seguro bajarán los precios del crudo en muy poco tiempo. Ellos necesitan el petróleo, pase lo que pase.

Venezuela debe hacer una mejor lectura de lo que acabamos de vivir con nuestro hermano pueblo de Libia. Nada puede decirnos que no nos espera un ataque parecido. Todo lo que se teje en Venezuela para el diciembre del 2.012 suena al escenario perfecto donde se intentará volver a representar esta historia de dominio y de dolor. Desde el manejo indigno que se hace de la enfermedad que supera nuestro comandante, para hacer que la gente no vote por un moribundo, pasando por las crisis que se ensayan en los estados fronterizos con Colombia, bastará unirlo a cualquier estrategia de desestabilización internacional, es decir, un conflicto desde Colombia, para que se pretenda la intervención de fuerzas internacionales.

Solo una clara y certera garantía de que jamás lograrán nuestro petróleo servirá de contención. Venezuela debe generar los mecanismos militares y de resistencia popular para desactivar y destruir nuestra industria petrolera si es amenazada la patria con una intervención gringa. A quienes aquí vivimos tendrán que asesinarnos, lo que en fin de cuentas ya demostraron que son capaces, pero más allá, no tendrán una gota de petróleo si nos llegasen a dominar.

Los pueblos deben asumir la lucha internacional ante un enemigo que es común a todos, los pueblos deben asumir estrategias de ataque antes que defenderse de los desquicios imperiales. Hay que hacer un camino que llegue hasta el campo del futuro, que sepulte por siempre las garras de un imperio perverso y signado por la locura sanguinaria del egoísmo

No hay comentarios:

Publicar un comentario