Año 2012: Hechos y mitos
Una serie de artículos publicados en las últimas semanas un portal de la Web que cubre, con objetividad y abundante documentación, un tema que está ganando gran atención mediática. Se trata del año 2012 y una extensa y muy publicitada profecía sobre eventos que podrían ocurrir ese año a nivel planetario. He aquí una traducción y síntesis de dichos reportajes.
LOS MAYA Y EL FIN DEL CALENDARIO
El fin está cerca. Y tiene fecha.
Es lo que nos dicen. El zeitgeist cultural o espíritu de estos tiempos afirma que los mayas habrían anotado una fecha -21 de diciembre de 2012- como el fin de los tiempos. Ahora que la fecha se acerca, algunas personas están empezando a entrar en pánico –y a ganar dinero con ello. Lo cierto es que el fin del mundo se ha convertido en un gran negocio.
Una inmensa variedad de libros, especiales de TV y portales en Internet están compitiendo por atención y la polémica está que arde. La película 2012, estrenada hace poco a nivel global, provoca filas de espectadores que se estremecen y sufren y secretamente se preguntan si será verdad o si será, mas bien, otro film de horror made in Hollywood. Costó 200 millones de dólares y sus realizadores se preparan para lanzarla en DVD y obtener aun mayores ganancias. ¿Es posible que los Himalayas queden cubiertos por el agua de los mares? ¿Explotará el Parque Nacional Yellowstone? ¿O será un día como todos los demás? ¿Producirá una iluminación espiritual global? ¿Y qué pensaban realmente los maya? Amazon ofrece más de 100 textos sobre el tema, con títulos como 2012: El Día del Juicio Final y 2012: ¡La Opción Es Tuya!
Responder a estas interrogantes es complicado. Los expertos –aunque no todos- deducen que el 21/12/2012 es el último día del calendario largo de 5.125 años de los mayas, uno de los 24 que usaban para agendar todo, desde festivales y tiempos de siembra y cosecha a lo que, suponemos, eran citas de amor o con el médico. Pero no hay que olvidar que los textos maya fueron destruidos por los conquistadores españoles hace mucho tiempo, de modo que no sabemos a ciencia cierta lo que pensaba realmente este pueblo sobre una fecha tan decisiva. ¿Era una fecha llena de significado o simplemente había llegado el momento de iniciar un nuevo calendario? Sabemos que los maya planificaban algunas actividades post 2012: el Señor Pakal de Palenque, como muestra, celebraría un aniversario de su coronación en ¡4772! No hay una certeza absoluta respecto a esta fecha crítica y aunque una mayoría de expertos concuerda que el 2012 corresponde al año 5125 del calendario largo, algunos mayas -seguidores de las viejas tradiciones- insisten que el último año comenzó en febrero del 2009 y que el fin del calendario (suponiendo que el año ocupa 365 días) sería en febrero del 2010.
CÓMO SE GESTÓ EL BOOM MEDIÁTICO
Según Alexandra Bruce, autora de 2012: Ciencia o Superstición, la primera conexión entre 2012 y el fin del mundo surgió en 1966, cuando Michael D. Coe, un renombrado antropólogo e investigador de las culturas de Centroamérica, publicó su libro The Maya. Luego, en la década de los 80, el autor y maestro José Argüelles y el académico metafísico Terence McKenna, por nombrar a dos de los próceres del movimiento, le dieron a la profecía gran renombre y difusión. Argüelles (entre otros) organizó un gran evento global en 1987, llamado Convergencia Armónica, que se constituyó en el inicio de un conteo progresivo de 26 años hasta llegar al 2012. McKenna fue un verdadero apóstol del movimiento hasta su muerte en 2000. El útero planetario ha llegado a su límite finito y la especie humana ha comenzado a descender, obligatoriamente, por el canal de nacimiento de la transformación colectiva (...), decía McKenna. Los detractores sin embargo, contraatacaban diciendo que McKenna se encontraba bajo la influencia de alucinógenos al recibir sus visiones y que Argüelles no merecía mayor credibilidad al proclamarse, bajo el nombre de Valum Votan, como la reencarnación de un antiguo rey maya.
Pero Argüelles y McKenna no son los únicos. En la cosmología maya, el tiempo procede en ciclos, no en línea recta. El mundo colapsa, pero luego renace, dice David Carrasco, profesor de religiones latinoamericanas de la Universidad de Harvard. El editor literario Daniel Pinchbeck, autor de 2012: el Retorno de Quetzalcoatl, ve el nuevo ciclo como una oportunidad de crecer personal y espiritualmente. En vez de concentrarse en el fin del ciclo de 5.125 años, sugiere que el 2012 podría ser el nacimiento del mundo.
TANTO BOMBO, ¿POR NADA?
Nunca tanto. El 21/12/2012 coincide con un fenómeno astronómico muy raro: una conjunción –aunque no exacta- del Sol con el centro de la Vía Láctea. Para los maya, la Vía Láctea era su Árbol Sagrado (el árbol que sostiene el cielo) y una alineación como ésta habría sido muy importante. Y, para nosotros, claro, la coincidencia es demasiado grande. Volviendo a los mayas, éstos habrían interpretado este fenómeno como el comienzo de una nueva era. La comunidad científica establecida es escéptica; supone que los maya no habrían podido saber de dicha conjunción, aunque los defensores sostienen lo contrario. Sabíamos que éstos son tiempos de gran transformación, dice Sharon Rose, autora/directora del documental 2012, la Odisea: Muchas culturas apuntan a este tiempo en general.
Aunque ninguna otra cultura afirma que el 21/12/12 es el Gran Día, Rose y su esposo, Jay Weidner, realizador de cine y experto en temas holísticos, afirman que los hindúes, los incas, los tibetanos, los antiguos hebreos y otros sugieren que el mundo estaría listo para una transformación masiva más o menos ahora. Y la mayoría opina que esta transformación será bastante positiva.
Pero lo anterior no implica una fácil transición, especialmente para los occidentales decadentes y consumistas. Es lo que afirma Weidner: Este nuevo comienzo va a ser algo bastante parecido al fin del mundo. Nos veremos forzados a abandonar nuestras posesiones materiales y a vivir de la tierra y en comunidad, en lugar de mantenernos en contacto vía Facebook. Mucho de lo que ahora nos parece importante se revelará como algo intrascendente. Podría ser un tiempo increíblemente doloroso para muchos. Agrega que no tiene una idea clara de cómo será la era entrante. Todo lo que sabe es que va a ser en grande y, al menos inicialmente, difícil. Otros son aun más pesimistas.
OTRAS TEORÍAS SOBRE EL 2012
Desplazamiento de la Corteza Terrestre. Quienes apoyan esta teoría dicen que la corteza terrestre –una capa de rocas y polvo de unos cuantos kilómetros de densidad- se desplaza de tanto en tanto, enviando continentes enteros hacia longitudes y latitudes para las cuales no estamos preparados. Los norteamericanos, por ejemplo, podrían reubicarse en el Polo Norte, mientras que la Antártida debería adaptarse a un clima mucho más cálido.
Extinción masiva: Nos faltan millones de años para llegar a la extinción, según los teóricos, pero muchos biólogos y ambientalistas dicen que ya estamos en medio de una etapa de extinción, en la que desaparecería algo así como un 50% de la especie humana de aquí al siglo XXII.
Eyección de Masa Coronal: Nuestro sol es una fuente de vida cambiante e inconsistente y de tanto en tanto expulsa una enorme cantidad de energía desde su brillante núcleo. Teóricamente, podría eyectar suficiente energía para freírnos, pero lo más probable es que deseche plasma o alguna otra materia que echaría a perder nuestra infraestructura electrónica, lo que -considerando cómo nuestra vida está atada a esa infraestructura- podría causar serias consecuencias.
Hay quienes sostienen que Armaggedon podría asumir diversas formas, desde alguna tipo de injerencia en nuestra magnetosfera (donde los polos podrían girar magnéticamente, con consecuencias que ignoramos) a un bombardeo cada vez mayor de rayos gamma (nuevamente, con consecuencias insospechadas).
Otra teoría se centra en el choque de un super meteorito que eliminaría toda señal de vida por millas a la redonda.
Y también tenemos la teoría del Planeta X, un planeta aun no descubierto, habitado por seres avanzados, que entra en órbita cada 3600 años o algo por el estilo. Un ufólogo de origen ruso, Zecharia Sitchin, afirma que estos seres avanzados nos dieron la vida (inyectando su ADN superior en nuestros ancestros –el homo erectus) a fin de convertirnos en sus esclavos. Agrega que podrían encadenarnos a todos en 2012, cuando su planeta se acerque al nuestro.
Afortunadamente, los científicos en general consideran que estos escenarios posibles para el fin de los tiempos son improbables. Por ejemplo, aun cuando los geólogos dicen que el parque Yellowstone y otras áreas del planeta están siendo afectadas por una energía que va en aumento, no hay nada que diga que van a explotar por ahora. La mayoría rechaza la teoría del desplazamiento de la costra terrestre y, en cuanto al Planeta X, bueno, lo creerán cuando lo vean.
Y LA CIENCIA, ¿QUE CREE QUE PUEDE PASAR?
Según Bruce, los académicos parecieran haber acordado un plan para dudar de todo lo que implica el fenómeno 2012. La mayoría ni siquiera se detiene a discutir otras teorías, trátese de rayos gamma o del Planeta X. Y los que sí lo hacen, no son muy halagadores. Debo decir que me preocupa seriamente el daño psicológico que pueden hacer estas teorías, dice el Dr. Anthony Aveni, profesor de astronomía y antropología de la Colgate University. Como le dijo a los realizadores de la película 2012: Ciencia o Superstición: Yo no los nombro, pero hay muchísimos libros sobre el cataclismo y el Apocalipsis y, aunque tengo un interés por hacer llegar las palabras de la academia a un público más masivo, me parece importante que nosotros, los investigadores científicos, juguemos un rol en la educación del público, para dar nuestro punto de vista sobre estas cosas.
Pero nada puede disuadir a los creyentes, claro. La ciencia expresa su escepticismo en todo, desde los fantasmas a Dios al amor verdadero y eso no detiene a legiones de seres humanos de creer en ellos. Las bibliotecas podrían llenarse de anécdotas acerca de cómo la ciencia y el pensamiento establecido se han equivocado.
CÓMO PREPARARSE PARA EL 2012
Quienes defienden la teoría del 2012 y el fin de los tiempos creen que, pase lo que pase, deberíamos prepararnos para hacer cambios masivos en la forma cómo vivimos y nos relacionamos los unos con los otros. Weidner cree que aquellos que sobrevivirán y florecerán en esta nueva era serán una extraña combinación de sobrevivientes y zen budistas. Muchos defensores proponen acaparar de todo, desde papel higiénico hasta agua. Advierten que deberíamos empezar a pensar en cultivar alimentos en nuestro propio patio trasero y que debemos aprender a depender de la gente nuevamente –nuestros amigos, familia y vecinos. Más importante aun, dado que nuestros niveles de comprensión probablemente den un salto cualitativo hacia el futuro, deberíamos renovar nuestra espiritualidad –no necesariamente conectada a las religiones establecidas sino una ritualidad más a tono con los ciclos naturales. La jardinería se convertirá no sólo en una técnica de sobrevivencia sino en una forma de reconectarnos con la Madre Tierra y las estaciones. Debemos meditar más –escuchar la energía que nos rodea en vez de hablar por sobre ella todo el tiempo. Debemos prepararnos para el momento en que nuestras habilidades psíquicas -en su actual estado de inercia- den un salto y se manifiesten nuevamente. Y, sigue Weidner, debemos rápidamente salir del cascarón del mundo material corporativo al que nos hemos acostumbrado.
ENTONCES, ¿LE DAMOS LA BIENVENIDA AL 2012?
Quizá. Si crees en la ciencia establecida, nada va a ocurrir ese día. Y si tus pensamientos se inclinan hacia lo espiritual, muchos defensores del 2012 dicen que debería ser un tiempo propicio para darle la bienvenida. Digan lo que digan las películas, las antiguas culturas dicen otra cosa –que estamos orientándonos hacia un tiempo de promesas y renovación. Tenemos que escribir nuevas historias, dice Rose. Es tiempo de una nueva historia, llena de magia y belleza, no de horrores. Las decisiones que ahora tomemos respecto a nuestras vidas tendrán un enorme impacto sobre el manejo de un futuro incierto. Esto, por lo menos, deberíamos tenerlo muy claro. Sin duda, la transición está por comenzar.
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