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sábado, 29 de diciembre de 2012

La negación de Iblis a postrarse ante Adán según la antropología coránica

La negación de Iblis a postrarse ante Adán según la antropología coránica


Angeles, yinns, Adán, e Iblis, conformando la naturaleza humana en estado de tawhid


29/12/2012 - Autor: José Angel Hernández - Fuente: Webislam



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El fuego como elemento distorsionador de la realidad

El nombre de Iblis, sinónimo de Satán según la tradición islámica, aparece nueve veces nombrado en el Corán. Lo hace en el contexto de ocho textos, en uno de ellos se le cita en dos ocasiones, de los cuales en siete su nombre está ligado directamente al relato de la creación de Adán recogido en el Corán.

Veamos cuales son esos ocho textos coránicos en los que se le cita nueve veces:

Y cuando dijimos a los ángeles: “¡Postraos ante Adán!” –se postraron todos, excepto Iblis, que se negó y se mostró arrogante: y así se convirtió en uno de los que niegan la verdad. (Corán 2:34)
Y, ciertamente, os hemos creado y luego os dimos forma; y luego dijimos a los ángeles: “¡Postraos ante Adán!” –y se postraron todos excepto Iblis, que no fue de los que se postraron. (Corán 7:11)

Entonces, los ángeles se postraron todos juntos, (30) excepto Iblís que rehusó ser de los que se postraron. (31) (Corán 15:30-31)

Y, HE AHÍ, que dijimos a los ángeles: “Postraos ante Adán” –y se postraron todos excepto Iblís.Dijo: “¿Es que voy a postrarme ante quien has creado de barro?” (Corán 17:61)

Y recuerda que cuando dijimos a los ángeles: “Postraos ante Adán,” se postraron todos, excepto Iblís: él también era uno de esos seres invisibles, pero se rebeló contra la orden de su Sustentador. ¿Vais, pues, a tomarle a él y a sus secuaces por señores vuestros en vez de a Mí, cuando son enemigos vuestros? ¡Mal canje hacen los malhechores! (Corán 18:50)

Pues así fue: cuando dijimos a los ángeles: “¡Postraos ante Adán!” –se postraron todos, excepto Iblís, que se negó a hacerlo; (Corán 20:116)

Pues, he ahí, que tu Sustentador dijo a los ángeles: “¡Ciertamente, voy a crear un ser humano de arcilla; (71) y cuando lo haya formado por completo y haya insuflado en él algo de Mi espíritu, caed postrados ante él!” (72) Entonces, los ángeles se postraron todos juntos, (73) excepto Iblís, que se mostró arrogante, y se convirtió así en uno de los que niegan la verdad. (74) Dios dijo: “¡Oh Iblís! ¿Qué te ha impedido postrarte ante ese ser que he creado con Mis manos? ¿Eres demasiado orgulloso como para inclinarte ante otro ser creado, o eres de los que se creen superiores a todos?” (75) (Corán 38:71-75)

La característica más notoria de estas ocho ocasiones en las que se cita a Iblis, es que en la antropología coránica se le hace interactuar con Adán, exactamente en el sentido de manifestar su negativa a postrarse ante él (Adán) cuando Allah les ordena a los ángeles hacerlo.

Solo en una ocasión Iblis es citado sin la alusión directa a su negativa a postrarse ante Adán:

y serán preguntados: “¿Dónde está ahora todo lo que solíais adorar (92) en vez de Dios? ¿Pueden esos objetos o seres auxiliaros o auxiliarse a sí mismos?” (93) Serán entonces arrojados al infierno –ellos y también todos los demás descarriados, (94) y las huestes de Iblís –todos juntos. (Corán 26:92-95)

En esta única ocasión en la que citando a Iblis el Corán no alude a su negativa a postrarse ante Adán, podemos observar como el contexto se enmarca sin embargo en el de la adoración a Dios, en este caso para referires al hecho de que Iblis adora precisamente a algo que no es dios, de ahí la razón de la condena de sus huestes al infierno..

Del relato creacionista de Adán plasmado en el Corán, las interpretaciones tradiciones elaborados por los musulmanes han entendido mayoritariamente que las referencias a los ángeles, los yinns, Adán, e Iblis, han de ser entendidas en el sentido de concebirlos como seres de personalidad y esencia individualizada los unos respecto de los otros.

La dispersión mental ha presidido históricamente la comprensión psicológica que los musulmanes han tenido acerca de la naturaleza de Adán, Iblis, ángeles y yinns. Pero la comprensión teniendo en cuenta el principio del tawhid emanado de la antropología coránica, permite una relaboración mental de esa comprensión.

Desde esta perspectiva psicológica derivada del tawhid, el acontecimiento de la postración de los ángeles ante Adán y la negativa de Iblis a hacerlo, se entiende como una alegoría que transcurre toda ella en el seno mismo de la naturaleza del ser humano creado por dios.

Angeles, yinns, Adán, e Iblis, conforman por tanto la naturaleza humana.

Desde la perspectiva de esta comprensión en estado de tawhid, Adán sería una alegoría de la consciencia en estado puro, los ángeles representarían las intenciones puras que guían al ser humano hacia el encuentro con esa consciencia primordial que es Adán.

Esa guía de las intenciones puras (ángeles) equivaldrían en el lenguaje alegórico manifestado en el Corán al acto de postración (sumisión o islam) ante la consciencia en estado puro (Adán), es decir, ante la voluntad de Allah.

Postrarse ante Adán es la forma alegórica en que el relato coránico se refiere entonces al acto de mostrarse sumiso a la voluntad de dios, la cual se manifiesta precisamente en la consciencia pura con la cual fue creado el ser human

Los atributos del fuego

Esta consciencia pura relacionada con el concepto de fitra recogido por las tradiciones islámicas, tiene su plasmación en el concepto coránico de ahsan taqwim:

En verdad, creamos al hombre en la mejor constitución (ahsan taqwim) (Corán 95, 4)

Este concepto de ahsan taqwim revelado en el Corán es el que la tradición coránica conoce como fitra o naturaleza original del ser humano, naturaleza que le predispone a buscar la forma de reconocer a su creador.

En esta comprensión mental desde el tawhid del relato creacionista adánico, Iblis representa alegóricamente la intención impura que se manifiesta en actos contrarios a la voluntad de dios.

La postración de los ángeles ante Adán ocurre pues en el seno de la naturaleza humana, y la negativa de Iblis a postrarse ante el también.

En cuanto a los yinns de los que se habla en el Corán, se nos dice en este:

Hemos creado de barro al hombre, de esa arcilla a que se da forma fácilmente(26). Antes de él habíamos creado ya los genios (yinns) de un fuego sutil (27). (Corán 15:26-27)

La Revelación coránica nos transmite la realidad de estos seres en la preexistencia cognitivizados a través de la noción del fuego.

El fuego se asimila en un primer nivel de entendimiento a un elemento de destrucción de la realidad, pero más allá de ese primer nivel, podemos inferir que lo que hace el fuego como elemento alegórico no es destruir la realidad..sino distorsionar la percepción que podamos tener de esta..

Es por lo tanto un elemento de ocultación de la misma.

El ser humano tan solo es capaz de desvelarse o velarse a si mismo la realidad de su creación través de la manifestación de su intención.

En la prexistencia, es la combinación en estado de tawhid de las facultades de Adán (consciencia en estado puro), intenciones puras (ángeles, o la completa sumisión a Allah), intención impura (Iblis), y velos mentales que ocultan la realidad (yinns).

Pero al aludir al barro con el que dios reviste a Adán (la consciencia pura), es está recreando alegóricamente la causa que hace posible la manifestación en estado de dispersión de aquellas facultades humanas que en la prexistencia están en estado de tawhid. La consecuencia de tal descenso a la realidad física repercute así en la distorsión de la comprensión a través del principio del tawhid.

Los atributos del fuego o yinns son creados en la prexistencia, antes por tanto del descenso del ser humano a la existencia física a través del barro, de ahí la sentencia coránica revelada en Corán 15:26-27.

Los yinns conforman de tal manera esos atributos ligados al fuego que nos hacen ocultarnos la realidad de nuestra naturaleza primordial (fitra), y olvidarnos así de nuestra procedencia del seno de Allah instigados por la acción dispersora de nuestra intención impura (Iblis).

Corán 18:50 se refiere a Iblis como “uno de los seres invisibles”..

¿Que hay de invisible en nosotros que sea más importante ante dios que las intenciones reales que guian nuestos actos y de las cuales tan solo el es verdadero conocedor?..

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