Cometa resplandeciente se aproximará la Tierra en 2013

Palabras claves:Rusia, Comentarios, Mundo, cometa, Tierra, Ciencia

Autores: Borís Pavlíschev, Alexei Liájov

8.01.2013, 16:27

Foto: EPA

En otoño de 2013, un cometa muy antiguo se aproximará al máximo a la Tierra. Los científicos predicen que alcanzará un brillo más intenso que la propia Luna y será visible a simple vista a plena luz del día.

El cuerpo celeste fue detectado por astrónomos rusos quienes descubrieron que sigue una trayectoria singular. Tras una única vuelta alrededor del Sol, se marchará para siempre hacia el espacio interestelar, en concreto a la nube de Oort. Bajo esta denominación se conoce una gigantesca esfera compuesta por billones de bloques de hielo. La nube rodea el Sistema Solar y tiene un radio de cerca de un año luz, es decir un cuarto de la distancia a la estrella más cercana.

Cuando los astrónomos Vitali Nevski y Artiom Novichónok descubrieron en la pantalla una pequeña mancha clara, aún desconocían que se trataba de un cometa. Subieron al ordenador imágenes del cielo nocturno captadas por un telescopio de cuarenta centímetros instalado en la ciudad de Kislovodsk, en el sur de Rusia. Este tipo de telescopios se utilizan para detectar asteroides, explica Dmitri Vibe, jefe de Área de Física y Evolución de las Estrellas del Instituto de Astronomía de la Academia de Ciencias de Rusia:

—Los asteroides, cometas y otros cuerpos del Sistema Solar se desplazan lentamente sobre el fondo estelar general. Es por eso que conviene realizar la búsqueda de estos objetos con la ayuda de un programa informático que contrasta las fotografías de la bóveda celeste tomadas con cierto intervalo de tiempo a partir de varios minutos. Cuando el programa comprueba que algún objeto de la imagen se ha desplazado, informa que se ha detectado un asteroide de posible interés o, como resultó en este caso, un cometa.

A continuación, los investigadores obtuvieron instantáneas más nítidas de la bóveda celeste. Ya no quedó duda alguna de que el pequeño punto claro era un cometa. De momento, se encuentra detrás de la órbita de Júpiter. Los astrónomos lo bautizaron ISON (International Scientific Optical Network), nombre que lleva la red informática de control remoto de telescopios a la que está conectado el observatorio de Kislovodsk. Esta red permite a los observadores obtener imágenes con telescopios remotos, incluidos los de otros países. Por ejemplo, con el observatorio automático ruso instalado en Nuevo México, EEUU. No obstante, Dmitri Vibe matiza que los descubridores del cometa ISON no recurrieron a la red:

—En este caso concreto el cometa fue descubierto por astrónomos que trabajaban con el telescopio, realizaban sus observaciones de forma autónoma y las procesaban inmediatamente en el observatorio. En otros casos ocurre que losasteroidess y cometas son descubiertos mediante acceso remoto.

Tras precisar la localización del nuevo cuerpo celeste, los astrónomos comenzaron a rebuscar en los archivos. Los primeros en tener suerte fueron científicos estadounidenses que localizaron ISON en sus imágenes de finales de 2011. La nueva información permitió precisar la órbita que resultó ser abierta. Eso significa que el nómada espacial se acercará al Sol sólo una vez. Según cálculos preliminares, el cometa ha sido testigo de muchas etapas del desarrollo del Sistema Solar. Mientras una joven Tierra colisionaba con otros cuerpos celestes y la Luna se formaba de los escombros, mientras Marte perdía agua y en la Tierra nacía la vida, ISON estaba en los comienzos de su aventura fuera de la nube de Oort. La fuerza gravitatoria del Sol hizo crecer paulatinamente la velocidad del cometa, que ahora se dirige a su único encuentro con el astro.

Puesto que ISON jamás se ha adentrado en el Sistema Solar, lleva una impronta característica del espacio interestelar. Su superficie se ha vuelto oscura tras recibir impactos de partículas galácticas durante centenares de millones de años. Al mismo tiempo, no presenta efectos del viento solar, que tiene por ejemplo la Luna. Estudiar la superficie de estos cometas puede aportar información inestimable sobre la evolución del Universo, calcula Serguéi Smirnov, portavoz del observatorio de Púlkovo, en San Petersburgo:

- Sería bueno tener preparados vehículos espaciales para aproximarse a este tipo de cuerpos, aunque debido a su gran velocidad el aterrizaje y los intentos de recoger muestras de materia se verían dificultados en gran medida. Con la evolución de la astronavegación, sería estupendo capturar objetos procedentes de la nube de Oort.

Por ahora, ISON es visible sólo a través de telescopios de gran potencia. Sin embargo, hacia principios del próximo verano el nómada espacial ya podrá ser avistado con unos prismáticos convencionales. Y en noviembre, cuando cruce la órbita terrestre, su oscura capa superficial se derretirá dejando al descubierto el núcleo de hielo. El cometa tendrá una cola y aumentará de brillo, de modo que será visible incluso de día. Todavía no se sabe a ciencia cierta cuánto tiempo durará este impresionante espectáculo celeste. Y es que el 28 de noviembre pasará muy cerca del Sol, por lo que puede desintegrarse bajo el efecto de las altas temperaturas. Si se salva, será visible a simple vista casi hasta finales de diciembre. Antes de adentrarse para siempre en el espacio profundo, el cometa nos deleitará con un regalo de despedida: entre el 14 y el 15 de enero nuestro planeta atravesará los restos de su cola, fenómeno que se apreciará desde la superficie terrestre en forma de una lluvia de meteoritos.