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sábado, 28 de diciembre de 2013

Valores y virtudes y sus opuestos

Valores y virtudes y sus opuestos

El ser humano está lejos de alcanzar la perfección

16/01/2013 - Autor: Dr.Armando Bukele Kattan - Fuente: aclarandoconceptos.com
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Aclarando conceptos
Aclarando conceptos
Lograr que la justicia, la libertad, la verdad y la igualdad plenas coexistan, en cualquier país del mundo, es una utopía imposible de alcanzar. El ser humano está lejos de alcanzar la perfección; no somos tan evolucionados. Es más, por más evolución que logremos, seremos siempre imperfectos y tendremos que seguir evolucionando en los mundos superiores. Sin embargo, podemos tratar de cambiar, de ser cada día mejores, de buscar el reino de Dios y su justicia; de tratar de hacer el bien y evitar el mal. Como bien dice el refrán: "Nadie hace el bien de la misma manera, pero el resultado son la paz y el orden; nadie hace el mal de la misma manera y el resultado son las perturbaciones".
El conde de Rivarol asimismo decía: "Lo horrible de este mundo es que buscamos con el mismo ardor el hacernos felices, que el impedir que los demás lo sean". Y Miguel de Cervantes afirmaba: "Pocas o ninguna vez se cumple con la ambición desmedida, que no sea con daño de tercero". Y Montesquieu aclaraba: “Un hombre no es desgraciado por tener ambición; sino cuando es devorado por ella”.
Si bien es necesario luchar para esta vida, esto es, satisfacer todas nuestras necesidades materiales (y también espirituales); no debemos olvidarnos que también debemos luchar para la otra y que si podemos torcer la vara de la justicia terrenal; nos caerá implacable la “vara” de la justicia divina –la del Gran Juez-  en manos del Dios vivo.
Recordemos que Dios es todo misericordioso, pero también es justo y la justicia divina es implacable; y tarde o temprano, nos cae, inexorablemente.
El poder corrompe y el poder absoluto, corrompe absolutamente. Un refrán anónimo es consecuente: “Dale poder a un hombre…y lo conocerás como es realmente”…
Pienso como Séneca: "que el hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo" y como Benjamín Franklin aconsejaba: "No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder".
La injusticia ondea en nuestro suelo y el trato diferente entre personas diferentes, es notorio. Esa es la principal injusticia. Ya Monseñor Romero (San Romero) decía: "la justicia es como una serpiente que muerde con facilidad los pies de los descalzos".
Y eso lo podemos revisar a través de toda la historia, desde la misma Colonia e incluso antes de ella. Si todos anduviéramos descalzos, también hubría descalzos “superiores”. Como bien dijo Stowe: “El esclavo es un tirano, tan pronto como puede”.
El problema se complica en el presente, porque la serpiente no muerde sólo a los descalzos; sino también a los que son descalzados a la fuerza: los inconformes; los contrarios; los que alguna vez (o muchas veces) contrariaron al “sistema” o hablaron mal de él; los desprotegidos; los no privilegiados, los “igualados”…
Esto se agrava a su vez por 4 defectos capitales que todos tenemos que reducir o eliminar y que constituyen nuestros defectos más grandes.
a. Soberbia y sus variantes: Egoísmo; orgullo en exceso, sólo yo valgo; te apago la luz para que nadie te vea; te despido para que no me quites el puesto; lo mío, mío y lo tuyo de los 2, etc.
b. Avaricia: codicia, no me toques el bolsillo, lo demás te lo aguanto. Si consigo dinero, que me importan los demás. Te robo, te estafo, te decomiso, te exploto, te engaño…
c. Envidia: sufrimos por la alegría de otros y somos capaces de sufrir, con tal de infringir un daño mayor al contrario.
d. Deslealtad y sus variantes: cobardía, debilidad, desagradecimiento, olvido hasta de lo malo (hay que perdonar para no amargarse), pero nunca olvidar (para que no te lo hagan de nuevo) y lo peor de todo, la traición y más grave aún: aplaudida y premiada.
Fuera de ello, necesitamos eliminar los 4 “ismos” más negativos, que forman parte de nuestra idiosincrasia, o que al menos los aceptamos como verdad histórica y presente y no son más que estupideces.
A. Racismo: la condición de que hay razas superiores e inferiores y que es producto de la Conquista y por consiguiente tiene ya 500 años. Por un lado los descendientes de los conquistadores, puros o con mezcla más blanca aún y por el otro, todos los demás.
B. Clasismo: que vale más el que tiene más. Poder y tener y sus variables poder tener y tener poder; en lugar del ser y su esencia.
C. El urbanismo -no confundir con urbanidad–: que conlleva el desarrollo de las ciudades y las grandes urbes y el abandono progresivo del campo.
D. El machismo: donde el hombre tiene todos los derechos y la mujer todos los deberes y que es practicada y aceptada por el 78% de la población salvadoreña.
Fuera de ello existe otro ismo negativo pero no lo puntualizamos antes, porque en nuestro país no existe ni deberá existir, que es el fanatismo religioso.
Tenemos que ser creyentes y estar firmes en nuestra fe, pero tenemos que aceptar que otro piense diferente.

Tenemos que ser solidarios; ya que somos así una sola familia que llamamos humana; somos parte de una gran hermandad. Cambiando los individuos en su justa dimensión, mejoramos a la colectividad. Empecemos por nosotros mismos.

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