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viernes, 29 de agosto de 2014

Problema palestino de Hizbulá

Hizbullah
Franklin Lamb
Cisma dentro de Hamás: El ala militar, las Brigadas Izz ad-Din Al-Qassam, aprueban la alianza Siria-Hizbulá mientras que el liderazgo político se opone
Los partidarios libaneses y sirios de la resistencia regional, cada vez más liderada por Hizbulá, están castigando, por una serie de razones, a su antiguo aliado islámico Hamas ante las acusaciones que éste está haciendo a Hizbulá por su apoyo al Gobierno sirio. Estos problemas son innecesarios y redundarán en beneficio de sus archi-enemigos mutuos , los colonizadores sionistas de Palestina y sus capacitadores estadounidenses y árabes.
Un forastero que vive cerca del centro de la zona de seguridad de Hizbulá en Dahiyeh, sur de Beirut, incluyendo este observador, escucha de sus amigos y vecinos a ambos lados este rencoroso argumento interno.
Los refugiados palestinos, que tienen múltiples problemas en Palestina y Siria y el Líbano, quieren mantenerse al margen de conflictos internos y concentrarse en tratar de sobrevivir y mantenerse centrado en hacer frente a sus únicos enemigos, los que robaron y siguen viviendo en su tierras y pueblos.
Algunos partidarios de Hizbulá y la Resistencia Palestina buscan evitar exponer la ropa sucia a la vista pública, pero teniendo en cuenta el deseo voraz de los medios de comunicación vinculados a diversos partidos locales y los patrocinadores extranjeros, hay mucha presión para airear los conflictos. Este fenómeno mutuamente destructivo se está convirtiendo en algo común y parece estar extendiéndose. El problema local palestino de Hizbulá comenzó a formarse en la primavera de 2011 cuando la crisis siria adquirió rápido impulso. Algunos palestinos se unieron a los rebeldes y casi 28 meses después un número desconocido continúa luchando contra el gobierno de Assad. Pero los números no parecen, para este observador, muy grandes sino una pequeña fracción de los jóvenes palestinos desempleados desanimados, ante un futuro sombrío, ya que están desprotegidos por la ley libanesa incluso en lo referente a los derechos civiles más elementales para trabajar o ser dueño de una casa. Algunos han sucumbido a la seducción de 200 dólares por mes, cigarrillos gratis y un AK-47 y se han unido a una de las cientos de milicias yihadistas que operan en Siria.
Algunos señalan que esta minoría de refugiados palestinos combatiendo en Siria no debe ser visto como traición a los que han ayudado a la mayoría. Esto incluye el hecho innegable de que los refugiados palestinos en Siria han tenido reconocidos por el gobierno, por más de seis décadas, los derechos a la educación, atención médica, vivienda, empleo, incluso con el gobierno, así como han recibido un trato preferencial en muchos casos. Además, Siria les ha concedido los documentos de identidad y de viaje, algo que ningún otro país de la Liga Árabe nunca les ha concedido. Esto a pesar de décadas que los potentados árabes se han tirado parloteando interminablemente sobre el apoyo al “torrente sanguíneo y causa sagrada de Palestina”.
Así que hay un resentimiento entre algunos cuando resuenan en algunos medios de comunicación noticias como que los grupos palestinos como Hamás están con los rebeldes e insisten en que los combatientes de Hizbulá entraron en Siria sin ningún pretexto. Hamás está acusado de cerrar sus oficinas de Damasco, de aceptar una donación de 400 millones de dólares de Qatar y de unirse al eje EEUU-Israel para dañar a su propio pueblo, así como de provocar un debilitamiento de la resistencia al régimen sionista en este proceso. Algunos palestinos en los campamentos como Yarmuk en Siria y Chatila en el Líbano tácitamente acusan a Hamás de abandonar la causa palestina y erróneamente provocar, erróneamente, luchas sectarias con Hizbulá. Otros sostienen lo contrario y culpan a Hizbulá. Algunos palestinos también dicen que hay que hay que apoyar al clérigo salafista de Saida Sheikh Ahmed al-Asir (1) en su intento de crear un movimiento anti Hizbulá-Assad entre los sunitas, que representan aproximadamente el 85% de la población musulmana del mundo, para eliminar a los musulmanes chiítas.
Fuerzas gubernamentales sirias afirman que Hamás incluso ha entrenado a los rebeldes sirios en la fabricación y el uso de cohetes de fabricación casera. Algunos combatientes de Hizbulá van más allá y se quejan de que han enseñado a Hamas muchas de sus habilidades de combate y de fabricación de explosivos que ahora han utilizado contra ellos en Qusseir y que se están preparando para hacer lo mismo, a un nivel mayor, en la batalla que se avecina de Alepo, la ciudad más grande de Siria.
Muchos partidarios de Hizbulá creen que Hamás y otros grupos palestinos estaban siendo innecesariamente provocadoes cuando unos funcionarios emitieron una advertencia inusual a Hizbula, el 17/06/13, pidiendo a su aliado y mentor durante más de 20 años dirigir su poder de fuego hacia Israel y exigiendo que se retire de Siria, según se decía en la página de Facebook de su líder político Moussa Abu Marzouq.
A pesar de su retirada de Siria a principios de 2012, Hamás ha sido cuidadoso de criticar públicamente a Hizbulá por su apoyo militar al Gobierno de Assad. El diario londinense ‘Al-Quds Al-Araby’ informó que existía un cisma dentro de Hamás en cuanto a su actitud hacia Hizbulá. El ala militar de Hamás, las Brigadas Izz ad-Din Al-Qassam, presuntamente aprobó la alianza Siria-Hizbulá mientras que el liderazgo político se opuso. Algunos han cuestionado la exactitud de este informe. En el campamento de Ein el Helwe algunos palestinos han quemado los paquetes de ayuda que proporciona Hizbulá argumentando que no pueden aceptar regalos “de sangre”, incluso si son alimentos muy necesarios. Este observador se ha reunido con algunos de los líderes palestinos de diferentes facciones y puede decir que esto no fue más que una quema simbólica, políticamente motivada y organizada por salafistas de Saida pro-saudíes y grupos de la alianza pro-occidental del Movimiento 14 de marzo. El comité popular del campo tomó cartas en el asunto y no se va a repetir.
Algunos partidarios de Hizbulá se quejan de que ciertas facciones palestinas lanzan rumores en los medios de comunicación acusando de delitos a la Resistencia, con lo que de hecho se colocan en una situación de colaboración con los EE.UU. e Israel para dividir y debilitar a la resistencia nacional libanesa. Sin embargo, la crítica adicional a ciertas facciones palestinas, especialmente Hamás, se relaciona con la naturaleza y el futuro de la relación del movimiento con el Estado de Qatar, que está acusado de ser el padrino de todos los movimientos islamistas Hermanos Musulmanes en la región. Según estas críticas, el cambio de Hamás ha provocado una pérdida de la credibilidad y la popularidad que alguna vez disfrutó entre los palestinos de la diáspora y los árabes.
Es de recibo apuntar que algunas de estas acusaciones son similares a las que se formulan contra Hizbulá.
Algunos analistas libaneses y palestinos han advertido de que la incursión de Hizbulá en Siria está alimentando una polarización entre sunitas y chiítas que amenaza con alimentar el extremismo en ambos lados y catapultar el conflicto a toda la región.
Grupos de oposición sirios informaron el 30 de mayo que Hizbulá había ordenado el representante de Hamás en Beirut, Ali Baraka, abandonar el país de inmediato por el apoyo público de Hamás a los rebeldes sirios que luchan contra Assad. Baraka negó el informe, que no hubo ningún cambio en la relación entre las dos organizaciones. Está claro que la oficina de Hamás en el centro de Haret Hreik sigue funcionando.
El desacuerdo Hamas-Hizbulá sigue en pie, pero ambas partes han acordado discutirlo mediante la celebración de una serie de reuniones. En respuesta a una pregunta sobre este tema, el ex subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores en el gobierno de Gaza, Ahmad Youssef, señaló que Hamás requiere del apoyo de todos los poderes de la región para hacer frente a la implantación colonial sionista, a lo que algunos se refieren como “la novena Cruzada”, y que “Nosotros necesitábamos y todavía necesitamos a Irán y Hizbulá”.
La resistencia a la colonización sionista tiene varios pilares y los dos más importantes son de Hizbulá y el Movimiento Nacional Palestino, que a su vez se está volviendo internacional, habida cuenta de que la opinión pública mundial se opone cada vez más el régimen del apartheid ilegítimo que todavía se aferra a ocupar Palestina. Sin duda, ambos estarán de acuerdo en que este no es el momento para acusarse unos a otros. Habrá tiempo suficiente para hablar de eso, si alguno de los grupos sigue sintiéndose injustamente agraviado, después de Palestina se libere de su yugo colonial racista.
(1) Nota de la traductora: este clérigo lanzó una rebelión armada en esta ciudad del sur de Líbano contra Hizbulá, sofocada por el Ejército libanés no sin antes haber sufrido el ejército dos decenas de bajas en un ataque de los salafistas contra uno de sus puestos de control. Aunque han muerto decenas de salafistas en el contraataque, el clérigo está en paradero desconocido.

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