El yihadista francés Charaffe al Mouadan, muerto en Siria el pasado 24 de diciembre en un bombardeo de la coalición liderada por Estados Unidos, estaba estrechamente vinculado a Samy Amimour, uno de los terroristas suicidas que actuó en la sala de espectáculos Bataclan de París el 13 de noviembre.
Las autoridades estadounidenses señalaron que el terrorista francés también estaba ligado directamente a Abdelhamid Abaaoud, considerado cerebro de los ataques de en París del 13 de noviembre, que murió cinco días después en una operación policial en la ciudad de Saint Denis, al norte de la capital francesa.
El anuncio de su muerte por el Pentágono hizo que los medios franceses pusieran de relieve la relación de Al Mouadan con Amimour, e incluso las sospechas de que el primero pudo haber estado implicado en la masacre del Bataclan.
El diario “Le Parisien” había revelado la semana pasada que los investigadores de los ataques del 13-N barajan que Al Mouadan fuera la persona que respondía al alias de “Suleimán” que los yihadistas mencionaron en una conversación.
Según un testigo presente en la sala de conciertos, uno de los asesinos dijo a otro si iba a llamar al citado Suleimán, a lo que esa persona le respondió que no.
Al Mouadan, nacido el 15 de octubre de 1989 de padres marroquíes, se crió en la ciudad de Drancy, en la periferia noreste de París, y allí fue donde conoció a Amimour, sobre quien influyó en su radicalización integrista, según fuentes de la investigación citadas por “BFM TV”.
Los dos fueron detenidos e imputados por terrorismo en octubre de 2012 por sus planes para sumarse a grupos yihadistas en Somalia o Yemen.
Quedaron en libertad bajo control judicial, pero pese a ello al año siguiente pudieron viajar a Siria para integrarse en el Estado Islámico (EI).
De acuerdo con el Pentágono, Al Mouadan y los otros líderes del EI muertos estos últimos días en ataques de la coalición en Siria estaban planeando activamente atentados contra Occidente, aunque no se sabe qué planes tenían o si eran inminentes.