Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

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martes, 31 de mayo de 2016

CONSPIRACION JUDIA PROTOCOLO N' 1

 CONSPIRACION JUDIA
PROTOCOLO N' 1 

"Apartemos las fraseologías y estudiemos una por una, cada idea, aclarando la situación por comparaciones y silogismos.
"Presentaré nuestro sistema por nuestro punto de vista y el punto de vista de los cristianos.
"Tenemos que hacer constar desde el principio que los hombres que tienen instintos malos son mucho más numerosos que los de instintos buenos.
"Por esta causa, alguien logra obtener mucho mejores resulte gobernando a la humanidad por la fuerza y el terror, que por académicas.
"Cada hombre desea el Poder. Cada uno busca hacerse dictador si puede, y por eso son pocos los que no están decididos en cualquier momento a sacrificar todos los bienes de los demás, para asegurar lo suyo. "¿Qué es lo que ha frenado a estas fieras salvajes, que, nosotros llama¬n/os hombres? ¿Qué les ha guiado hasta ahora?
"En los comienzos del orden público, los hombres se han sometido a la fuerza ciega y animálica, y luego, más tarde, a la ley que en realidad ella misma no es otra cosa que la fuerza, pero transformada.
"De eso, yo saco la conclusión, que de acuerdo con la ley de la na¬turaleza, la justicia se encuentra siempre en el poder, en la fuerza.
"La libertad política es una idea y de ningún modo una cosa palpable.
"Alguien tiene que saber especular esta idea. Entonces es cuando tie¬ne la necesidad de atraer a las masas populares a su partido, por la atracción de una idea, si este partido se ha propuesto como fin la des¬trucción completa del partido rival (o sea el grupo) que ejerce el poder".
(¿Cuál es hoy día este partido que especula la idea de la liber¬tad para atraerse a las masas populares, con cuya ayuda busca des¬trozar el Poder estatal en lodos los países libres, si no cada uno de los partidos de izquierda, especialmente el Partido comunista?)
"Este problema se realiza fácilmente si el adversario del Partido en el Poder (que ejercita el poder estatal), posee esta fuerza que deriva de la idea de libertad, fuerza que nosotros llamamos liberalismo.
"V aquí aparece el triunfo de nuestra teoría.
"Los frenos debilitados del Poder de un Gobierno, se arrancan in¬mediatamente, de sus manos, por otras manos, en el nombré de la ley de la existencia, porque la fuerza ciega del pueblo no puede quedarse ni un solo día sin gobernante y también porque el nuevo gobierno no hace otra cosa que ocupar el sitio del anterior enfermado y consumido por el liberalismo.
"En nuestros días, el poder del oro ha reemplazado al poder de los gobiernos liberales. Existió un tiempo en el cual gobernaba la fe en la libertad pero este tiempo ha pasado ya. La idea de la libertad es irrealizable, porque nadie sabe aprovecharse de esta libertad en la me-dida necesaria.
"Es suficiente que alguien dejase al pueblo que se autogobierne por algún tiempo, para que esta autonomía se transforme inmediatamente en anarquía, y entonces empiezan las luchas civiles internas, que des¬truyen a los estados.
"Si un estado se debilita por luchas y disturbios políticos o por di¬vergencias internas^ entonces queda a merced de su enemigo exterior y puede ser considerado como perdido para siempre.
"En este caos (el Estado respectivo), cae en nuestro poder, porque-la ayuda del capital que está por entero en nuestras manos, le aparece' como un bote de salvación del cual, de buena o de mala gana, tiene que agarrarse para no hundirse".
(Este es el caso de la mayoría de los Estados democráticos ac¬tuales, los cuales debido a los conflictos internos entre los diversos partidos políticos, seguidos por mala administración del bien pú¬blico y el caos financiero, son forzados a pedir la ayuda del ca¬pital particular o extranjero para no hundirse. Como este capital se encuentra en gran parte en manos de los bancos controlados .por los judíos como los Rotschild, los Warburgs, los Montagu, etc., éstos no facilitan préstamos .o ayudas sino bajo condiciones secretas. Por ejemplo, que los Gobiernos de los Estados respectivos sigan una política interior y exterior favorable a los intereses de la Internacional Judaica. En otras palabras, estos Estados caen en poder de los judíos, sin que sus pueblos se den cuenta).
"Preguntaría a aquél cuya alma liberal lo empujaría a calificar nues¬tros pensamientos como inmorales:
"Si cada Estado tiene dos enemigos y si le está permitido emplear contra su enemigo del exterior todas sus fuerzas de combate, como por ejemplo: no divulgarle sus medios de ataque y de defensa, atacarle por sorpresa durante la noche o atacarle .con fuerzas superiores ¿por qué se llamarían estos medios fuera de la ley o inmorales, si serían lanzados contra un enemigo más peligroso todavía, que pudiera destrozar el or¬den público interno y la propiedad (del Estado)?"
(En este párrafo está dicho claramente el pretexto bajo el cual los judíos llegados al dominio absoluto del poder en un Estado, introducen el régimen de. terror bajo todas las formas y con todos los medios disponibles, contra lo que ellos llaman "el enemigo in¬terior", que en el lenguaje propagandístico introducido por ellos en los Estados dominados por el comunismo se llama "el enemigo del pueblo", solamente que este "pueblo" no es formado por la • masa de los habitantes del país respectivo, sino por los que tienen el poder en el Estado, es decir, en último análisis, por la pequeña minoría judaica que forma este "pueblo elegido". El verdadero enemigo del "pueblo" en los Estados comunistas, es la misma ma¬sa no-judía de los habitantes de los mencionados Estados. Contra esta masa se utilizan todos los medios de terror y opresión, para que ella "no pueda destruir el orden público" y la propiedad del "pueblo"}.
"Una mente equilibrada debe esperar (saber), que puede dirigir con éxito a las multitudes por la sumisión de éstas y por propuestas que pa¬rezcan justas, aunque este camino esté abierto a contradicciones o no sea permitido. Baste solamente que este camino parezca justo al pueblo, que se da cuenta de todo solamente de un modo superficial.
"Los hombres pertenecientes a la masa o no, están guiados únicamen¬te por sus pequeñas pasiones, por sus defectos, sus costumbres, tradi¬ciones y sus teorías sentimentales. Ellos son los esclavos de las divisiones de partidos políticos, partidos a los cuales aun del más lógico entendi¬miento, ellos (los hombres) se oponen. *
"El pueblo, por desconocimiento de los secretos políticos, toma siem¬pre decisiones erróneas. Una especie de anarquía destruye al gobierno incapaz, elegido por el mismo (por el pueblo).
"La política no tiene nada común con la moral. El gobierno que se deja guiar por la moral no es político y en consecuencia su poder es fácil de destruir".
(Los judíos han creado ya un gran número de gobiernos "polí¬ticos", que no respetan en sus acciones absolutamente ningún prin¬cipio moral. Son los gobiernos comunistas de hoy, en los cuales la judería ha tenido y tiene en sus manos todos los puestos clave, como el lector observará en el capítulo siguiente, y en los subsi¬guientes también).
"Aquel que quiere sobregobernar, tiene que ser muy astuto —hipó¬crita—. Las grandes cualidades populares: sinceridad y honradez, son defectos en la política.
"Estas cualidades derriban a los reyes de sus tronos, mucho más fácil que el más fuerte enemigo, y ellos tienen que existir solamente en los estados cristianos. Nosotros (los judíos) no estamos de ningún modo obligados a aceptarlas como guía.
"Nuestro fin es poner la mano sobre el poder y retenerlo,
"La palabra justicia es una idea confusa, que nada puede justificar¬la. Esta palabra significa: 'Dame a mí lo que yo deseo, para que os pue¬da demostrar de este modo que yo soy más fuerte que vosotros'.
"¿Dónde empieza y dónde acaba la justicia?
"En un Estado cuyo poder está mal organizado, cuyas leyes y gobier¬no han llegado a ser iguales para todos, por causa de los demasiados derechos, que han sido creados por el liberalismo, yo (el judío) veo que tengo que llegar al poder en virtud de la ley del más fuerte; que me imponga sobre las leyes: que derribe todo y que me haga el amo de los que han abandonado los derechos que le estaban concedidos por su Poder (o sea, el amo de los que gobernaban antes).
(En otras palabras: en cualquier Estado donde el poder del gobierno, está debilitado a causa del liberalismo, los judíos son "acon¬sejados" para buscar apoderarse del Gobierno, "derrumbando to¬do" o sea organizando golpes de Estado y revoluciones).
"Debido a la existencia de la inestabilidad de las fuerzas políticas (en diversos países) nuestro Poder será el más duradero, puesto que será invencible, hasta el momento en que arraigue tan fuertemente, que no podrá ser derribado después por ninguna estratagema.
"Del mal real que estamos obligados a hacer ahora, nacerá el bien de un gobierno nuestro (de los judíos), inquebrantable, que implanta¬rá el funcionamiento normal del mecanismo de nuestra existencia na¬cional.
"El resultado justificará los medios que emplearemos.
"¡Seamos menos atentos al bien y a la moral, en la ejecución de nues¬tros planes, que a lo útil y lo necesario!
"Tenemos delante de nosotros el plan en el cual está desarrollada de .un modo estratégico la línea de la cual no nos podemos apartar sin el riesgo de ver destruidos nuestros esfuerzos de muchos siglos".
(Se trata del plan general de la conspiración mundial judaica, contenido en todas estas 24 directivas secretas. En lo que se refie¬re a la "línea" de la cual no pueden apartarse los judíos, ésta no es otra que la famosa "línea de Partido", existente en la actividad de todos los partidos comunistas de hoy, línea de la cual ningún comunista puede apartarse, sin el riesgo de quedarse sin cabeza).
"Para encontrar los medios que llevan a la realización de este fin, debemos tener en cuenta el temor, la inestabilidad y la importancia de las multitudes; para apreciar y comprender las condiciones de este mo¬do de vida, ofrecido por nosotros y sus propiedades".
(Se trata del modo de vida "atractivo" naturalmente, ofrecido por los propagandistas judíos a las masas no-judías, que deben ser atraídas a sus partidos y organizaciones políticas y después utili¬zadas como instrumentos inconscientes en la realización de sus pro¬pios planes. Este modo de vida no es otro que el ofrecido en teoría por el socialismo y el comunismo).
Tenemos que comprender que el poder de las multitudes es ciego experiencia. La masa sin experiencia. La masa no piensa —no razona—, sino que se deja guiar por lo que oye a su derecha y a su izquierda.
"'El ciego que guía a otro ciego, no puede evitar llevarlo al abismo. De-este modo, los hombros de la masa, o sea los que proceden del pue¬blo, aunque dotados de una inteligencia algo más aguda, no pueden pretender dirigir al pueblo, sin destruir la nación entera, porque no en¬tienden nada ríe política". (Esto es el caso de la mayoría de los gober¬nantes elegidos por voto popular, de los países democráticos).
"Sólo una persona preparada ya desde su infancia para el gobierno puede conocer la dialéctica y la realidad política.
"Un pueblo autogobernado, es decir, gobernado por los gobernantes escogidos por d -mismo, está destinado a la destrucción, a causa de las disensiones entre éstos, disensiones que son provocadas por la sed del poder y a causa de las anón/alias y las inestabilidades provocadas por estas divergencias".
(Esto es el caso típico de la Francia de hoy. Gobernada secreta¬mente por la judío-masonería internacional, que se esconde bajo los representantes "'elegidos por el pueblo", representantes que en su mayoría son judíos, masones, socialistas, comunistas, anarquistas, etc., Francia vive en un Estado permanente de anarquía, necesa¬ria a los conspiradores mundiales en el cuadro de sus planes. El pueblo francés, cristiano en mayoría, está sencillamente aturdido y desorientado, y poco le interesa si da sus votos a un partido o a otro, porque por experiencia Jia aprendido que todos los repre¬sentantes de tocios los partidos son de la misma harina y no hacen otra cosa que pelearse en la Asamblea, cambiar el gobierno cada mes y, dirigidos por judíos como Mendes-France, Jules Moch, Re¬ne Meyer, etc., destrozar el imperio y debilitar en todos los aspec¬tos al país, en favor del comunismo mundial).
"¿Es posible que ¡as masas populares piensen en calma y sin ser di¬vididas por adversidades interiores y apoyen a la dirección (Gobierno) de los asuntos del Estado, asuntos que no pueden ser mezclados con sus intereses personales? ,' Pueden ellos defenderse de los enemigos de fuera:1
"Eso es imposible, porque su plan de defensa, que está dividido en tantas cabezas, cuantas tiene la propia multitud, pierde su unidad, y se vuelve inconocible e irrealizable.
"Sólo el gobernante (el monarca) tiene la posibilidad de crear pla¬nes amplios y claros y asignar a cada cosa su .debido lugar en el meca¬nismo gubernamental.
"Afirmamos que un gobierno útil al Estado (no al pueblo, obsérvese el lenguaje) y capaz de llegar al fin que se propone, está obligado a ser concentrado en manos de una sola persona responsable. Sin el go¬bierno absoluto, la civilización no puede existir. Aquél (el gobierno absoluto), no es obra de los pueblos, sino de sus gobernantes, cualquie¬ra que sea él.
"La multitud es bárbara y muestra esta barbarie en cualquier oca¬sión. Si la multitud recibe la libertad en sus manos, la transformará muy de prisa en anarquía, que es el más alto estado de barbarie".
(Mientras que todos los judíos del mundo, encabezados por Schulzberger y Lippmann en América, o Chcrburg e IlyaErenburg en Rusia, gritan lemas liberales en el "New York Times", "Le Mon¬de", "Pravda", cuando discuten entre ellos y hacen los planes de dominación, no tienen ningún inconveniente en afirmar que las masas populares no deben gozar de ninguna libertad, porque son "bárbaras". Naturalmente que allí donde ellos llegan a instalarse bien en el poder, como han hecho en los -países comunistas, lo que pierde el pueblo en primer término, son todas sus libertades).
"¡Observad a estos animales cristianos, borrachos de alcohol y bes¬tializados por la bebida ilimitada a la que se les ha concedido el de¬recho, al mismo tiempo que la libertad!
"No podemos permitir que los nuestros (los judíos) caigan en este estado".
(Por consiguiente, los judíos nos consideran a nosotros los cris¬tianos como animales bestializados por el alcohol, mientras que en las logias masónicas, llaman oficialmente a los cristianos allí atraídos "hermanos". ¡ ¡Vaya hermanos!!).
"Los pueblos cristianos se han bestializado a causa de las bebidas alcohólicas. Su juventud ha sido imbecilizada por las enseñanzas clá¬sicas y la depravación y corrupción precoces en las cuales las han em¬pujado nuestros agentes, como: profesores de casa (privados), servi-dumbre, mujeres niñeras (las fraulains, que enseñan idiomas extranjeros a los niños, en las casas de los ricos), nuestros funcionarios de todas partes y nuestras mujeres, colocadas en lugares de diversión de los cristianos.
"Al número de estas últimas (—nuestras mujeres—), tenemos que añadir a las "mujeres de sociedad" (cristianas, como las artistas, bai¬larinas, cantantes, mujeres ricas, prostitutas, etc.) que imitan con buena "''lid la lujuria y los amores sensuales de nuestras mujeres".
(Así pues, los judíos confiesan que ellos son la causa que ha lleva¬do a la juventud cristiana de casi todos los Estados del mundo a la situación de corrupción y depravación en el cual se encuentra real¬mente. Esto es el resultado de una campaña sistemática llevada a cabo desde antes de la Revolución Francesa, por la judería mun¬dial, Los métodos empleados, ya mencionadas, no son los únicos, porque hoy se utilizan también los narcóticos, la fotografía, las re¬vistas pornográficas, las películas, los teatros con mujeres desnu¬das, etc.
(Obsérvese lo que pasa hoy solamente con la juventud francesa, americana o inglesa, o sea con la juventud de los pueblos occiden¬tales donde el judaísmo tiene mayor poder. La mayoría de esta juventud se encuentra en un avanzado grado de corrupción, de¬pravación y alcoholismo. ¡Víctima desamparada, de la judería! La inmoralidad y la criminalidad juvenil, han llegado a cumbres insospechadas. Todo esto es el resultado de la acción demoledora y sistemática de la judería. Por ejemplo, en los Estados Unidos de Norteamérica, los judíos difunden el alcoholismo no sólo por medio de ventas en cantidades enormes de alcohol, del cual sacan ganan¬cias fabulosas, sino también por medio de una astuta propaganda hecha a través de las películas cinematográficas, producidas por ellos mismos; por la radio y la tele visión; por la prensa y reclamos, etc. Casi no existe una película producida en Hollywood, la ciudad cinematográfica americana monopolio de los judíos, en la cual no sean incluidas escenas de alcoholismo, tabaquismo, crímenes, gangs¬terismo, robos, divorcios, peleas familiares y todas las formas de inmoralidad, odio entre individuos, clases sociales y pueblos, etc., etc. Nadie debe pensar que las películas de este tipo y aquellas de prostitución, producidas por los judíos de Francia son casuales. To¬das son producidas por los judíos como parte de la campaña siste¬mática de corrupción c imbecilización de la juventud y de las masas cristianas.
(También en América como en-Francia e Inglaterra, se adver¬tirá que lamayoría de los locales de corrupción, locales de baile con mujeres casi desnudas, varietés, cabarets, casas de tolerancia, clubes de nudistas, etc., o sea sitios ideales para la corrupción de la juventud cristiana, son propiedad de los judíos, que al mismo tiem¬po ganan dinero y corrompen, debilitando así paso a paso la savia de los pueblas. Esto no es una casualidad.
(Se notará también que el tráfico con narcóticos y el comercio con películas nudistas y fotografías pornográficas, comercio del cual, conforme a unas declaraciones hechas por una de las Comi¬siones del Senado Norteamericano, encargada del estudio de las causas de la delincuencia juvenil durante el año de 1955, se obtie¬ne una ganancia de unos 350 millones de dólares anualmente, son un monopolio casi exclusivo de los judíos, especialmente los de Nue¬va York, Londres y París.
(La depravación intencionada de las mujeres judías de América, por desgracia imitada por un gran número de americanas cristianas, es ya bastante bien conocida y por eso un gran número de americanos, que quieren crear una familia durable, no a la merced de la cantidad de alcohol que van a consumir sus mujeres, prefieren casarse fuera de los Estados Unidos, o sea en Japón, Alemania, Es¬paña, Italia, etc., donde llegan como militares o corno funciona-rios del gobierno.
(Norteamérica es solamente un ejemplo del que nos valimos por¬que es un país grande con un pueblo de naturaleza noble y buena, y que a pesar de sus virtudes —o quizá precisamente por ellas— está siendo corroído con más ahínco por la judería enquistada allí. Pero lo mismo ocurre con más o menos intensidad en todos los paí¬ses anglosajones, en Francia y en América Latina. Por otra parte, el programa de imbécilización y corrupción de las masas cristia¬nas, especialmente de la juventud, es sistemática y permanente¬mente llevada a cabo por los judíos y sus agentes, en los paí¬ses comunistas, utilizando otros métodos cuya eficacia y resultados -son los mismos. Prosigamos con las directivas): .
"Nuestra divisa es la fuerza y la hipocresía.
"Solamente la fuerza puede triunfar en la política y sobre todo sí ésta se encuentra entre las cualidades necesarias a nuestros políticos.
"La fuerza debe ser una premisa, y la astucia y la hipocresía una regla para los gobiernos que no quieren, entregar el poder, en manos de los agentes de, otro poder.
"Este mal (fuerza, astucia, hipocresía) es el único medio por el cual alguien puede alcanzar su fin, es decir, su propio bien.
"Nosotros (los judíos) no tenemos que detenernos ante la corrup¬ción, engaño y traición, siempre y cuando éstos nos sean provechosos para alcanzar nuestro fin. Por la política tenemos que saber tomar la pro-\piedad de los demás, sin ningún temor, tanto tiempo cuanto podamos Atener..por medio de este método su sumisión y nuestro poder".
(Debemos tener siempre presentes en la mente estas divisas de los conspiradores internacionales de la actualidad, o sea: la fuerza, la hipocresía, la astucia, la corrupción, el engaño, la traición, etc., porque con estas armas —que a los no judíos nos repugnan— tra-bajan hoy día los judíos en todo el mundo. En los países sojuzga¬dos por el comunismo, los hebreos aplican todos sus métodos, mien¬tras en el mundo libre no han llegado todavía a la fuerza abiertamente utilizada, pero esperan llegar y llegarán, si el mundo cris¬tiano occidental no se despierta a la realidad).
"Después de esta conquista pacifica de poder, nuestro Estado tiene el ¿derecho de reemplazar las orgías de la guerra, con sentencias a muerte, menos visibles pero más provechosas, condenaciones necesa¬rias para el mantenimiento permanente del terror que hace a los pue¬blos obedecernos ciegamente".
(Este pasaje de la primera directiva es aplicado con toda fide¬lidad por los judíos y sus instrumentos en todos los países subyuga¬dos por el comunismo, donde reina un permanente estado de te¬rror, calculado para forzar a los pueblos esclavizados a someterse a sus órdenes).
"La severidad exterior y la firmeza, son el más grande apoyo del Poder de un Estado. Y no es sólo en nuestro provecho, sino también nuestro deber, ganar la victoria y aplicar este programa del terror y de la hipocresía",
(Aterrorizar y ser hipócrita es un "deber" para cada judío y, naturalmente, los aterrorizados y los engañados por la hipocresía judaica son los cristianos, los musulmanes y los demás no-judíos).
"Este dogma (severidad, firmeza), que se basa en cálculos, es lo mismo de eficaz, como los medios que emplea, (condenaciones a muer¬te, terror, hipocresía, astucia, corrupción, estafa, etc.).
"Triunfaremos y subyugaremos a todos los pueblos a nuestro super gobierno. No sólo por estos medios sino también por el dogma mismo de la dureza.
"Será suficiente que los cristianos sepan que somos inquebrantables para que de este modo cese toda insubordinación frente a nosotros.
"Nosotros (los judíos) somos los que, los primeros, hemos tirado (echado) a los pueblos las palabras: "¡Libertad, igualdad, fraterni¬dad!", palabras que han sido pronunciadas tantas veces después por los tontos, que son atraídos en todas partes por este sebo (engaño). Estas palabras no son empleadas por nosotros más que para destrozar el bienestar del mundo cristiano y la verdadera libertad personal, tan guardada por los cristianos contra la inevitable catástrofe.
"Los hombres que creían hacerse felices a ellos mismos (los idealis¬tas y los revolucionarios cristianos), no han logrado comprender bien el sentido escondido en estas palabras. No han notado que en estas palabras hay contradicciones entre ellas mismas; no se han dado cuen¬ta que no existe-igualdad ni siquiera en la naturaleza misma; que no puede existir libertad; que esta Naturaleza misma ha ordenado la des¬igualdad en los espíritus, en los caracteres, en la inteligencia, etc., que todas éstas están fuertemente sometidas a las leyes de aquélla. Estos hombres (los idealistas y los revolucionarios cristianos) no se han percatado de que la multitud es un poder ciego; que los que son ele¬gidos por ella, para gobernarla, no son menos ciegos que ella misma, y que el individuo que no está destinado a gobernar no entienda nada de los asuntos políticos.
"Todas estas teorías más arriba mencionadas, no han entrado en la mente de los cristianos.
"A pesar de esto, sobre ellas se basaban los comienzos de los gobier¬nos dinásticos. El padre transmitía a su hijo los secretos políticos, des¬conocidos para los que no eran miembros de la familia reinante, para que no se pudieran difundir estos secretos. Más tarde, el modo de transmisión de las verdaderas premisas de la política, se ha perdido. Por esta causa, nuestras posibilidades de triunfo de nuestra obra, han aumentado, porque en el mundo las palabras: Libertad, fraternidad, igualdad, tiradas (echadas) a las masas populares por intermedio de nuestros agentes devotos (masones, socialistas, comunistas), han traído a nuestras filas legiones enteras de hombres, que levantaban con entu¬siasmo nuestras banderas, a pesar de que estas- palabras minaban al máximo el bienestar de todos los que no eran judíos destruyendo todos los fundamentos de sus Estados.
"Veréis más adelante, que este estado de cosas ha contribuido mu¬chísimo a nuestro triunfo. Nos ha traído entre otras cosas, la posibili¬dad de realizar el hecho más principal o sea la anulación de las venta¬jas conquistadas por los cristianos durante largo tiempo (ventajas que los judíos no tenían) y la anulación hasta el verdadero sentido de la aristocracia de los cristianos, aristocracia que constituía el único me¬dio de defensa, que hubieran podido tener los pueblos y las naciones cristianas, contra nuestros planes.
. (La aristocracia cristiana podía ser una defensa de los pueblos cristianos, contra los planes conspirativos de los judíos, porque ade¬más de ser una clase de gente culta, que podía entender mucho me¬jor que las masas, el juego sucio del judaísmo, era una clase tradicionalista, más cercana a la Iglesia y a los principios cristianos y detentando el poder en sus manos se oponían eternamente a la actividad subversiva y corruptiva permanentemente desarrollada por las organizaciones judío-masónicas o fomentada directamente por los judíos, dentro de todos los Estados cristianos).
"Sobre las ruinas de la herencia del pasado y de la aristocracia cris¬tiana de derecho, nosotros hemos edificado con habilidad, nuestra aris¬tocracia económica.
"Hemos impuesto la riqueza como criterio de esta nueva aristocra¬cia, riqueza que dependía de nosotros, y la ciencia que está gobernada por nuestros sabios".
(Como veremos en uno de los párrafos de la tercera directiva, los judíos afirman claramente que ellos son los autores secretos de la Gran Revolución Francesa, con la cual empezó el ciclo de revolu¬ciones que había de llevar al Poder a lo que ellos llaman "aristo¬cracia económica". En la tercera directiva estudiaremos bajo otro aspecto, esta cuestión de la Revolución Francesa, de la cual la gran mayoría de los cristianos cree que ha sido simplemente la "obra del pueblo francés", cuando en realidad fue obra secreta de las sociedades judío-masónicas, que tenían gran fuerza en Europa Oc¬cidental e Inglaterra, empezando desde el siglo XVII. Lo que nos interesa por ahora es que encontramos claramente expuesto uno de los fines de esta revolución que ha sido el modelo de la mayo¬ría de las revoluciones inspiradas en los diversos países de Europa, durante el siglo XIX, por las mismas sociedades masónicas.
Una de los finalidades de estas revoluciones fue la destrucción de la aristocracia cristiana de derecho, o sea la aristocracia here¬dera y tradicionalista, que ha sido reemplazada por la aristocracia económica de hoy, dentro de la cual los judíosl^ poseedores de gran parte de las riquezas y de los capitales del mundo, se colocaban automáticamente en los puestos más importantes, debido a que habían obtenido derechos políticos y civiles iguales a los de los cris¬tianos.
Como la vieja aristocracia cristiana era la poseedora del Poder político en el Estado, después de las revoluciones los judíos y sus agentes —transformados en "aristócratas de primer rango" en la nueva aristocracia económica que gobernaba a los Estados cristia¬nos—, obtuvieron una enorme influencia y un enorme poder polí¬tico dentro de estos Estados. Ese proceso se ha desarrollado en Francia, en Alemania antes de Hitler, en España antes de Franco y por una revolución lenta, pero de manera mucho más rígida en Inglaterra, donde la judío-masonería tiene un gran poder desde el siglo XVII y conspiradores judíos como Disraeli, Lord Montagu, Lord Reading, Emmanuel Shimvell, etc., han llegado a ocu¬par cargos políticos y títulos nobiliarios de máxima importancia.
En los Estados Unidos, la judío-masonería ha obtenido una tre¬menda influencia política, en los comienzos mismos de la Unión Americana: debido a la presencia del masón Benjamín Franklin en los asuntos del Nuevo Estado, la Constitución americana fue redactada conforme a los intereses del judaísmo, que ha encontra¬do en ella una permanente protección legal, para todos sus actos, dirigidos a la destrucción de la sociedad cristiana. Los resultados se ven. La judeomasonería se ha apoderado del Gobierno ameri¬cano, aunque más o menos en secreto y los cristianos americanos no se dan cuenta. Ha hecho introducir en la Constitución leyes es¬peciales que protejan hasta a los judíos comunistas, como la famosa Quinta Enmienda y ha empujado al pueblo americano a tres gue¬rras injustas e inútiles para ese mismo pueblo, como la de 1898 contra España, la primera y la segunda mundiales. El verdadero propósito de estas guerras, desconocido por el pueblo cristiano, ha sido el destrozo del poder cíe los países cristianos de Europa, que se oponían a los planes secretos de dominación mundial, llevados a cabo por la Internacional Judaica. Hasta ahora, los judíos pue¬den felicitarse por sus triunfos.
El mundo cristiano ha sido llevado al estado desastroso de hoy, cuando no existe más que una sola potencia cristiana capaz de conjurar el peligro comunista por ellos creado y esta potencia mis¬ma —los Estados Unidos—, es en gran parte paralizada en su ac¬tividad política y militar contra el comunismo, por la actividad se¬creta anti occidental de la judío-masonería, cuyos miembros y agen¬tes ocupan todavía las posiciones clave de Norteamérica, desde el gobierno hasta la comisión de la energía atómica, sin que la masa del pueblo, que es anticomunista, se dé cuenta que es llevada a la catástrofe.
Toda la actividad de la judío-masonería y el resto de la izquier¬da, llamada "progresista" de Norteamérica, tiene como propósito llevar al pueblo americano y con él a todo el resto del mundo, a una catástrofe total, paralizando su esfuerzo anticomunista, hasta cuando el bloque comunista esté listo para la guerra total y seguro de fina victoria rápida).
(Continuando la directiva):
"Nuestro triunfo (el de los judíos) ha sido facilitado también por¬que en nuestras relaciones con los hombres de los cuales necesitamos hemos logrado siempre tocar las cuerdas más sensibles del espíritu hu¬mano, o sea los asuntos financieros de los ^individuos, la ansiedad y la insatisfacción de sus necesidades materiales.
"Cada debilidad de los hombres, tomada por separado, es capaz de ahogar el espíritu de la iniciativa, poniendo su voluntad a la disposi¬ción del comprador de su atención.
"La vaga idea de la libertad nos ha dado la posibilidad de hacer creer a las multitudes, que su gobierno no es otra cosa que el adminis¬trador del propietario del Estado, o sea del mismo pueblo y que cual¬quiera puede cambiarlo del mismo modo, que se cambia la camisa.
"EI reemplazamiento periódico de los representantes del pueblo les pone a nuestra disposición (de los judíos), puesto que ellos dependen de nuestra elección..."
(Esta influencia judía sobre los representantes políticos elegibles por voto popular en los países de tipo democrático occidental, como Francia, Inglaterra, Estados Unidos, etc., es evidente. Siempre las elecciones se celebran después de una intensa campaña de propa¬ganda electoral. El pueblo, en su ignorancia política, elige casi siempre a aquel de los candidatos que ha tenido una mejor campaña electoral, que ha sido apoyado por un mayor número de pe¬riódicos y, como es modalidad presente, por mayor número de estaciones de radio, televisión, etc. Esta propaganda electoral ne¬cesita grandes cantidades de dinero y después el apoyo de la pren¬sa, etc., es decir, de unos factores que en los países occidentales se encuentran concentrados en gran parte en manos de judíos o de sus acólitos. Si pueden ser sus candidatos tienen que ser individuos sin escrúpulos que, con tal de ser elegidos para cargos guberna¬mentales, consienten secretamente desde un principio en trabajar conforme a los intereses generales de la Internacional judaica. In¬terviene al mismo tiempo la masonería, en cuyas filas suelen ser elegidos los candidatos. Antes de cada elección, en las logias masó-nicas, que no son otra cosa que anexos de la comunidad judía de cada país, se dan órdenes precisas, pero bajo forma de "consejo", para que los masones den su voto a los candidatos elegidos, Los ma¬sones a su vez tienen el deber de "aconsejar" también a sus amigos, que no son miembros de la organización, para que voten por el candidato Fulano. Los respectivos aconsejados no saben que ese candidato proviene de la masonería, es decir, de los judíos. Así se ganan votos.
(Por otra parte, todos los miembros cíe las comunidades judías locales reciben en la sinagoga la orden de la comunidad del país, por medio de los rabinos, acerca del candidato. Con todos estos apoyas, ganan las elecciones los instrumentos de la judería, y es así como llegan a "representantes del pueblo" ante los parlamentos y los Gobiernos nuevamente creados. Como se ve, en realidad no son más que instrumentos del judaísmo internacional, en cada uno de los Parlamentos o Cámaras cristianas. Así ocurre en todos los países occidentales. Cuando uno de estos "representantes" no eje¬cuta bien las órdenes de quienes los han hecho triunfar, entonces la misma prensa y medios que los han apoyado se encargan de de¬rribarlos, porque "la opinión pública" no los quiere más.
(Naturalmente que hay excepciones, pero éstas son pocas. Te¬nemos el ejemplo del Presidente Eisenhower, que fue elegido con el apoyo judío, pero hubiera podido ser elegido también sin este apoyo, debido a su gran popularidad adquirida durante la guerra. Convencidos de que ningún candidato de la banda Roosevelt-Truman podía ser elegido por un pueblo que se había dado por fin cuenta de la catástrofe hacia la cual había sido empujado por ellos, los judíos de América se lanzaron oficialmente en apoyo de Eisenhower; él mismo es creación del Partido Demócrata, pero re¬cibió la candidatura republicana. Parece que esto se debió al cho¬que provocado por la destitución de MacArthur, obra de los de¬mócratas encabezados por Truman, más que a sus propias con¬vicciones.
(Con el apoyo oficial en las elecciones, los judíos se han colocado muy cerca del nuevo Presidente, que quedó bajo la influencia de Bernard Baruch —el judío Jefe del Consejo Imperial de la Gran Masonería Universal, y por consiguiente uno de los más peligrosos conspiradores y dirigente de la Conspiración Internacional Judai¬ca—; no fea hecho otra-cosa que cambiar completamente su pro¬grama inicial de política exterior y continuar la política catastró¬fica de los Demócratas.
(Eisenhower es en realidad un Presidente demócrata del Par¬tido Republicano, es decir, instrumento de la misma entidad ju¬daica que ha llevado al mundo a la situación de hoy. La derecha, del Partido Republicano no puede influir en la política de Eisen¬hower, porque está paralizada por el ala izquierda del mismo Par¬tido. Esta ala está encabezada por el judío Leonard Hall, jefe del Partido Republicano y dirigente del ala izquierda-masónica del Partido. Todos estos tejemanejes no son conocidos por el pueblo norteamericano, tampoco por muchos senadores y diputados, con¬vertidos así en simples instrumentos sin experiencia en garras de los judíos; Eisenhower mismo no es un hombre político. Pero Bernard Baruch sí lo es y lo ha sido siempre, con todas las caracte¬rísticas que debe reunir el político judío. Y se piensa que si Baruch es el "patriarca de las finanzas americanas", es decir, más o menos el jefe económico del Mundo Capitalista, él debe' ser el más feroz anticomunista, porque el comunismo es "anticapitalista".
(Sería bueno y necesario formular esta otra pregunta: ¿por qué los judíos que son los mayores capitalistas del mundo han hecho la revolución comunista de Rusia, y han difundido el comunismo en tantos países? <; Para perder sus capitales? ¡Para monopolizar todas las riqueza del mundo a través del Estado comunista que es el mayor capitalista del mundo! Con la victoria mundial del comu¬nismo, el capitalismo judío no pierde nada; siempre gana, gana to¬do, porque el judaísmo se transforma en el único poseedor de ca-pitales, escondido tras el Estado comunista. Los judíos del mundo occidental saben lo que hacen y cumplen muy bien su doble papel de conspiradores y "consejeros" de los Presidentes apolíticos del Occidente).
DIRECTIVA N' 2
"Para nuestros intereses, es necesario que las guerras no den lugar, en todo lo posible, a conquistas territoriales. La guerra tiene que ser orientada en dirección económica; que las naciones vean el poder de nuestra supremacía económica, para que eso ponga a los dos bandos a disposición de nuestros agentes internacionales que tienen millones de ojos y a quienes no les podrá contener ninguna frontera hasta la completa dominación mundial".
(Estas son las guerras provocadas entre los países cristianos. La intención de los judíos es evitar los conquistas territoriales por-que ésas darían al vencedor la supremacía sobre el vencido, sobre todos los aspectos de vida, pero especialmente políticos y económicos, he-chos que perjudicarían los intereses del judaismo mundial. Pero el agotamiento de los dos bandos cristianos en guerra, especial¬mente en lo económico, obligaría a los dos a pedir ayuda finan¬ciera a los agentes y grupos bancarios judíos, detentadores de gran¬des capitales. Así, ambos bandos quedan deudores y a merced de la judería.
(En las guerras actuales entre países dominados por el comunis¬mo y cualquier país libre, la táctica judaica cambia radicalmente, puesto que el mundo comunista, encontrándose bajo completo do¬minio de los judíos, hace todos los esfuerzos posibles para que cada guerra entre comunistas y an ti común islas termine con la conquis¬ta de los países libres y su dominación total. Allí está lo que pasó con los países de Europa Oriental y Asia).
"Entonces (cuando los dos bandos cristianos se encuentren a merced del capital judío), nuestros intereses internacionales borrarán los de¬rechos nacionales, en todo el sentido de la palabra (los intereses ju¬díos) gobernarán a los pueblos, de la misma manera que los inte.. ."
(En breve, las distintas naciones cristianas, agotadas por las guerras, desde el punto de vista económico, reconocerán la supre¬macía judaica y sus intereses internacionales, y ni las necesidades específicas de cada pueblo tendrán importancia ante los intereses de la judería. Todo esto como precio a la ayuda financiera).
"Los gobernantes, siendo elegidos por nosotros, por intermedio del pueblo, en relación directa con el grado de servilidad de su carácter, no serán personas preparadas para gobernar los países. De esta mane¬ra, ellos se convertirán fácilmente en peones de nuestro juego en los manos de nuestros sabios y maestros, consejeros espirituales, y en las manos de aquellos de nosotros educados especialmente desde la pri¬mera infancia, con el fin de gobernar todos los asuntos de la Huma¬nidad".
(El judaísmo educa en secreto y desde la infancia a individuos hebreos destinados a gobernar el "mundo entero", naturalmente mezclados en el Gobierno de cada país).
"Los cristianos no se guían por las observaciones explicadas por la Historia, sino por una rutina teórica, incapaz de llevar a un resultado decisivo. Por esta causa, nosotros (los judíos) no los tomamos en con¬sideración.
"¡Dejadles que se diviertan algún tiempo! ¡Dejadles vivir con las esperanzas, con nuevas aspiraciones o con el recuerdo de las diversio¬nes que han tenido!"
(Mientras los judíos trabajan sistemáticamente desde hace se¬senta años en la aplicación de este plan para la destrucción del mundo cristiano, este mundo inconsciente se divierte, dirigido con nulidades políticas o por los judíos y sus instrumentos. Mientras mi¬llones de nombres sufren bajo el yugo judío-comunista y millones de mujeres y ancianos luchan con la muerte en los centenares de campos de trabajos forzados del mundo comunista, bajo el terror de los políticos judíos, la mayor preocupación de los cristianos aún libres es divertirse. La diversión, como fin, significa estar siempre indefenso; los judíos lo saben y lo capitalizan. Los habitantes del mundo libre se ocupan (no pre-ocupan) de sus asuntos inmediatos personales, sus ganancias, fiestas de sociedad, cockteles, recepcio¬nes —como pretexto para hacer la corte a la mujeres bonitas—, deporte, jazz, y cuentos políticos. Estos juguetes les son dados para que se olviden del trabajo de la estructuración propia y del forta¬lecimiento de su nación.
I (No hay tiempo para las dos actividades, y la natural tendencia p' a seguir la línea de menor resistencia [trabajo-diversión] es explo¬tada por los judíos facilitando a los cristianos el camino suave de la diversión. En cambio ellos sí trabajan siempre y constantemente. Su trabajo va siempre encaminado a lograr sus fines a costa de los no-judíos).
"Dejemos a los cristianos creer en la importancia de sus leyes y de sus teorías científicas, que han sido en realidad inspiradas por nosotros (actuales teorías políticas). Así, a través de nuestros órganos de pren¬sa aumentamos continuamente su ciega confianza en estas leyes".
(Basta mirar con qué veneración ven los americanos y los in¬gleses sus leyes, aun cuando éstas protejan a los criminales comu¬nistas o envíen a la horca a hombres menos criminales. Las mismas leyes, así como son redactadas y son calificadas por la prensa ju¬dío-masónica, sirven a los intereses de la conspiración).
"La clase intelectual de los cristianos se enorgullecerá de sus conocí-mientas y pondrá en aplicación, sin analizarlas, todas las enseñanzas de la ciencia, reunidas por nuestros agentes, con el fin de orientar los espíritus de los cristianos en la dirección que .nos es necesaria".
(Son ellos quienes, lo dicen: multitud de leyes y teorías respe¬tadas por los cristianos han sido hechas por los judíos con la ayuda de la prensa y de sus agentes diseminados por todos los países. El beneficio de los intereses judaicos está en la base misma de las leyes. Y ¡la ley es la ley, y hay que respetarla y hacerla respetar hasta con la fuerza si fuere necesario! ¿Que en la enseñanza pú¬blica se han introducido ideas contrarias a los intereses del pueblo? ¡Pues deben respetarse, porque la Constitución lo dice! Y ,; qué es la Constitución? ¡Ah, pues es... la Constitución! En la Cons¬titución de las Leyes se han infiltrado ideas y mandatos contra la discriminación racial, religiosa, etc., y debido a éstas se han conce¬dido derechos iguales a los judíos y a los cristianos. Aunque al fin siempre se encuentra manera de que los cristianos no puedan hacer uso de sus derechos, concedidos y reconocidos en las leyes de sus países. Pero los judíos sí disfrutan esos derechos y con ellos pueden trabajar protegidos por la "legalidad").
"No os imaginéis que estas afirmaciones nuestras carecen de funda¬mento. Observad solamente los éxitos que hemos podido obtener con el Darwinismo, Niefzschismo y Marxismo. Por nosotros, al menos, la influencia venenosa de estas tendencias ha circulado mejor entre los cristianos.”
"Para que no cometamos errores en la política y en el gobierno de nuestros asuntos, nos es necesario tomar en consideración las ideas, los caracteres y las tendencias progresistas de cada pueblo.
"No es posible que nuestro Programa, cuyas partes pueden ser re¬guladas de distintas maneras, conforme con los pueblos que encontremos en nuestro camino, tenga éxito seguro, más que solamente si su aplicación práctica se basa en los resultados del pasado, en compara¬ción con el presente".
(El programa de la conspiración judaica es uno. Lo único que varían son las circunstancias del carácter de cada pueblo. Su pro¬pósito es el mismo en todas partes: destruir el cristianismo y las demás religiones para poder implantar la dominación mundial absoluta. El judaísmo actúa de una manera en América, de otra en Inglaterra, de otra en Francia y completamente, distinta en la Rusia comunizada. Tiene en cuenta las tendencias, el carácter, las ideas, las pasiones, etc. Los modos de dañar se van buscando con ayuda de la elasticidad y maleabilidad propias del modo de ser judío. La rectitud de- conducta y de modo de ser, son motivo de mofa para el judío).
"Los nuevos Estados tienen en sus manos un gran poder, es decir, La Prensa. El destiño de la prensa es evidenciar las necesidades urgentes, dar a conocer las dolencias del pueblo, crear descontento y dar des¬pués a estos mismos la palabra.
"La Prensa encarna la libertad de palabra, pero los Estados cristia¬nos no han podido utilizar esta fuerza y de este modo ella ha caído en nuestras manos.
"Por la prensa nosotros hemos logrado tener influencia, pero guar¬dándonos a la vez ocultos. Debido a ésta, hemos acumulado en nues¬tras manos todo el oro del mundo, con todos los torrentes de sangre y lágrimas por cuyo intermedio hemos tenido que realizar esta obra".
(La posesión judía de la prensa data de muchos años antes de 1897, cuando fueron dictadas estas directivas. Con la prensa con¬trolada en proporción de 80% por la judío-masonería, los hebreos han creado descontento en las masas y han formado "opinión pú¬blica" en Francia, Inglaterra, Estados Unidos, etc. Se hacen los "defensores del pueblo" enseñándole sus pretendidas "dolencias" —que existen, pero no allí donde ellos dicen—; tienen gran in-fluencia política y han acumulado en sus bancos gran parte del oro del mundo. Por ello se han derramado torrentes de lágrimas y sangre en las guerras entre naciones cristianas, guerras que han sido siempre encendidas por las mentiras difundidas por la pren¬sa. El oro de los Estados va a parar a manos de los proveedores ' de materiales de guerra, es decir, a manos de la finanza interna¬cional judaica).
"Hemos tenido que compensar estas actividades, sacrificando a mu¬chos de los nuestros, pero cada una de nuestras víctimas vale millones de cristianos ante Dios".

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