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viernes, 28 de julio de 2017

Del MIT a cerebro de la propaganda del Estado Islámico

Abu Suleiman al Shami en dos fotos de archivo EL MUNDO
Uno de los personajes claves de la propaganda del IS tiene un peculiar recorrido del que el IS presume: estudió en el prestigioso Massachusetts Institute of Technology y se convirtió en cerebro de la propaganda encargándose de unificar las publicaciones en varios idiomas de la organización yihadista.
"Completó sus estudios en Informática en la Universidad de Massachusetts y se graduó como ingeniero y programador antes de decidir que debía emprender el camino hacia Alá con algunos amigos". Así comienza la semblanza que el autodenominado Estado Islámico le dedica a uno de los adalides de su propaganda, Abu Suleiman al Shami. Su singular recorrido vital es una de las biografías que puntualmente publica Rumiyah, la revista que el califato publica en un puñado de idiomas y que precisamente Abu Suleiman se encargó de alumbrar. "Ha habido mucha especulación sobre el universo mediático del IS [Estado Islámico, por sus siglas en inglés] y la historia de Suleiman nos ofrece una insólita mirada a un aspecto muy opaco de la organización", reconoce a EL MUNDO Veryan Khan, directora editorial de TRAC, un centro dedicado a analizar los movimientos del grupo yihadista.
Abu Suleiman, uno de los miles de combatientes extranjeros que desembarcó en la región al calor de la guerra civil siria, estudió en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), el mejor centro de ingeniería y tecnología del planeta. "Con un dominio excelente del inglés, el graduado escapó de EEUU cuando el FBI estaba a punto de detenerle por una operación preparada en suelo estadounidense", reseña Khan. A lo largo de seis páginas, el IS relata su itinerario hasta jurar lealtad al movimiento. Tras su frustrado atentado, Abu Suleiman viajó a Siria y comenzó a luchar en Alepo a las órdenes del Frente Al Nusra, la ex sucursal siria de Al Qaeda rebautizada desde hace un año como Jabhat Fateh al Sham (Frente para la Conquista de Siria, en árabe).
"Insistió en que le permitieran ejecutar una operación suicida pero siempre aplazaban la respuesta", evoca un texto que aprovecha sus primeros pasos en la yihad para cargar contra la organización rival. "Es un detalle muy importante de la narrativa del IS. Como muchos otros, Abu Suleiman comienza en Al Nusra pero cuando ve sus sombras, especialmente las que conciernen a su líder, cambia de lealtades", recalca la investigadora.
Es entonces, en plena mudanza hacia los postulados del IS, cuando el informático conoce al "ministro" de información del califato Abu Mohamed al Furqan, fallecido hace un año. "Le ordena que no lleve a cabo la operación planeada y envía a otro muyahid' [guerrero santo] en su lugar. Decide llevarlo con él al departamento de medios que Abu Mohamed estaba tratando de reforzar ampliando sus acciones y sumando a académicos y técnicos cualificados", desgrana la publicación.

Pieza clave de la propaganda internacional del califato

En las entrañas del IS, Abu Suleiman congeló sus aspiraciones kamikazes y se empleó a fondo para construir el andamiaje de la unidad de idiomas extranjeroscon el propósito de "informar a los musulmanes del este y el oeste acerca del IS e instarles a efectuar la 'hégira' [la emigración hacia el califato]". Tras traducir del árabe al inglés varios vídeos, creó "Dabiq", la revista en inglés que durante los primeros años del califato divulgó su propaganda.
Suleiman fue, además de su arquitecto, el redactor de algunos de sus artículos e incluso actuó como una suerte de estratega. "Redactó documentos que explican la metodología del IS y critican a sus rivales bajo el seudónimo de Abu Maisarah al Shami. Con ese nombre cargó contra los ideólogos de Al Qaeda, a quienes en los círculos del IS se llama 'los judíos de la yihad'", apunta Khan. La loa al cerebro de su propaganda para idiomas distintos al árabe incluye un pormenorizado recuento de su rutina diaria. "Empezaba el trabajo temprano organizando la tarea con sus hermanos y los distintos equipos de traductores. Tras debatir con sus allegados, regresaba a la investigación, la escritura y las revisiones", esboza el texto.
Su última contribución al entramado yihadista fue lanzar "Rumiyah", la revista que desde la desaparición de "Dabiq" -coincidiendo con la pérdida de la ciudad siria homónima y la necesidad de un remozado de la marca- el grupo difunde simultáneamente en hasta ocho lenguas, entre ellas, inglés, ruso, francés o turco. Afectado por el óbito de Al Furqan, su mentor, Abu Suleiman rescató sus sueños de luchar en el campo de batalla. Perdió la vida poco después, bajo el plomo. El homenaje del IS se cierra con un poema del finado cantando las virtudes del "martirio". "Es el final clásico. Muchos de los miembros del departamento de medios del IS cambian su teclado por el campo de batalla que glorificaban por escrito. Terminan literalmente comprando la propaganda que vomitan", apunta Khan.

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